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martes, 17 de diciembre de 2024

Cuando los aviones enemigos se encuentran

Vivimos en una sociedad que prácticamente ha entrado en otra Guerra Fría, en la cual las superpotencias se han vuelto a enfrentar entre sí a través de guerras proxies, motivo por el cual difícilmente volveremos a ver imágenes como las que muestro a continuación, donde podíamos ver a aviones soviéticos y occidentales equivalentes conviviendo tranquilamente.

Fotos con créditos a los autores:
Un lugar donde aún pueden observarse aviones civiles de la era soviética funcionando en conjunto con aviones occidentales es Cuba, aunque la operatividad de cualquier avión cubano es más que dudosa actualmente. En esta imagen de antaño tenemos dos íconos de la aviación civil de cada potencia: en primer plano en Antonov An-2, el mayor biplano de la historia, que llevó la aviación a todos los rincones de la Unión Soviética (URSS) y países afines. Allá al fondo un Douglas DC-3, que tiene la distinción de masificar la aviación en el resto del mundo en los 40's.
La empresa Aerotaxi era propiedad del gobierno cubano como todo el mundo lógicamente sospecharía. Quebró en 2009.

El Antonov An-12 es un carguero de ala alta tetraturbohélice capaz de cargar una veintena de toneladas, y que aún puede encontrarse en las fuerzas armadas de los países ex-soviéticos, así como en alguna otra aerolínea civil carguera. El An-12 es el equivalente del legendario Lockheed C-130 Hércules, como el que podemos ver al fondo.

En una anterior entrada hablé de las aerolíneas que han operado de manera simultánea al Boeing 727 y el Tupolev Tu-154, siendo Ariana de Afganistán una de ellas. Lamentablemente no he encontrado imagen donde se pueda ver ambos modelos en la aerolínea, pero sí podemos encontrar algunas imágenes de Afganistán donde se puede ver a ambos tipos de aeronaves de pasajeros. El Boeing 727 pertenecía a Balk Airlines, mientras que allá atrás se pudre un veterano Tu-154 de Ariana. 
Aunque diferentes en su concepción y características, el 727 norteamericano y el Tu-154 soviético son frecuentemente comparados por los fanáticos de la aviación por su singular diseño de tres motores en la parte posterior, con el motor 2 (central) en el cono de cola y su toma de aire incluida en la deriva del aparato.

Otro trirreactor ampliamente conocido en los países ex-soviéticos es el Yakovlev Yak-42, derivado de mayor tamaño del popular Yak-40, un pequeño trijet regional que revolucionó la industria aeroespacial roja. Aquí podemos ver un Yak-42 junto a otro Boing 727. Ambos seguramente propiedad de algunos magnates.

Las dos más grandes aerolíneas de la historia: la norteamericana Pan Am y la soviética Aeroflot. Operaron simultáneamente en muchos aeropuertos del mundo por varias décadas, y sin embargo las fotos donde podamos ver aviones de ambas aerolíneas son escasas.
Tanto Pan Am como Aeroflot eran aerolíneas de bandera, cuyos vuelos muchas veces respondían más a los intereses de sus respectivos gobiernos y servían para hacer valer sus ideologías.
En la foto un Boeing 727-200 de Pan Am (con una reseña gráfica de su historia aquí) y un Ilyushin Il-86 de Aeroflot. 

Aquí otra imagen donde podemos ver aviones de Aeroflot con la bandera roja de la URSS, conviviendo con el orbe azul de Pan Am.

Volvemos a los trijets. Aunque esta imagen se centra en el Ilyushin Il-18 de la empresa en este entonces checoslovaca CSA, llama la atención que en el fondo vemos a otro par de adversarios descansando lado a lado: Un Tu-154 de la rumana Tarom y un Boeing 727 de Turkish Airlines, de Turquía.

Otro 727 con un Tu-154, en este caso el Boeing le pertenece a la marroquí Royal Air Maroc, el Tu-154 obviamente es propiedad de Aeroflot.

Los presidenciales reposando seguramente en alguna reunión o cumbre internacional. Por parte de los gringos los poderosos Boeing 747-200 configurados como VC-25A, que fungen como el Air Force One. Del lado soviético tenemos este Ilyushin Il-62 de Aeroflot, que en su calidad de aerolínea de estado, tenía la responsabilidad de trasladar al Secretario General de la URSS. 

Los encuentros entre los líderes de las dos superpotencias se volvieron frecuentes a principios de este milenio, pero la situación política actual los ha hecho prácticamente improbables. 
Actualmente los Air Force One siguen en servicio con miras a ser reemplazados en 2026, mientras que el tío Putin dispone de su propio escuadrón de aviones presidenciales. El que vemos en primer plano es un Ilyushin Il-96, que debe tener una configuración muy parecida a los Air Force One.

Los grandes cargueros civiles, Boeing 747 y Antonov An-124. Aunque ambos aviones fueron diseñados con miras al mercado de transporte militar, lo cierto es que los dos gozan de mejor vida en el negocio de la carga, si bien el 747 cuenta además con una larguísima trayectoria en el traslado de pasajeros. Se trata de aviones tetrarreactores de gran capacidad y autonomía, el frente es de cabina alta y compuertas delanteras, lo que les da un rostro muy similar a ambos modelos, fuera de eso no hay más parecido. Quizá la diferencia externa más notoria sea que el An-124 usa una configuración de ala alta.

En la parte militar el equivalente gabacho más parecido al An-124 debe ser el C-5 Galaxy. Esta imagen nos muestra lo que han sido las idas y venidas geopolíticas del mundo: en época de la Guerra Fría habría sido impensable ver a un An-124 apoyando a un C-5 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, pero cuando cayó el muro y los países del bloque del este se acercaron al capitalismo, pudimos obtener imágenes de este tipo: un An-124 de la aerolínea rusa Volga-Dnepr participa en misiones de transporte de la OTAN en escenarios de conflicto como Irak, Afganistán o África. Si bien la OTAN cuenta con los aviones de Estados Unidos y otros miembros, a veces debe recurrir a fletar otros aviones a empresas privadas, y es cuando Volga-Dnepr podía hacerse con algunos contratos.
Con la invasión de Rusia a Ucrania esta imagen se volvió a tornar imposible, aunque quien sabe en el futuro cercano, dado que la pelota naranja tomará las riendas de Estados Unidos el próximo mes, y no ve con malos ojos acercarse al Tío Putin.

Bimotores de cola en T para distancias cortas. Así es como podemos definir al legendario DC-9 estadounidense y el Tupolev Tu-134 soviético. Aquí vemos un DC-9 de la finlandesa Finnair, posiblemente en Berlín Oriental, base de la aerolínea Interflug, que era la línea aérea bandera de Alemania del Este, y contó con aviones soviéticos durante su existencia, incluyendo al Tu-134. Un repaso por las aeronaves que vistieron los colores de Interflug aquí.

Aquí tenemos otro encuentro entre un DC-9, en este caso de la holandesa KLM, y un Tu-134 de la hungara Malev.

Hubo otro pequeño bimotor de cola en T para cortas distancias aparte del DC-9 y el Tu-134: los británicos presentaron al mundo al BAC 1-11, similar a sus contrapartes gringa y ruski. El avión inglés fue fabricado bajo licencia en Rumania, para la aerolínea TAROM, y uno de esos aviones puede verse en el fondo a la izquierda. En primer plano el Tu-134 de Aeroflot, mientras que más atrás está un enorme Ilyushin Il-62 de Interflug.

En esta imagen coexisten dos modelos históricos, dado que ambos fueron los primeros aviones a reacción connstruidos por las superpotencias. El Tupolev Tu-104 fue el primer jet de pasajeros hecho en la URSS, y entró en servicio en 1956; aquí lo vemos en los colores de Aeroflot. 
Los norteamericanos sacaron un par de años después el legendario Boeing 707, aunque llevaban ya varios años desarrollando el modelo, que fue infinitamente superior a su adversario soviético. El 707 de la foto lleva los colores de TAP, Transportes Aereos Portugueses.

Aquí podemos ver otra de esas escasas fotos de Pan Am y Aeroflot en un mismo aeropuerto. En este caso la foto debe datar de por ahí de los 70's y ya puede verse la gran brecha tecnológica que separaba a los EU de la URSS. Aquí el una vez revolucionario Tu-104 ya luce obsoleto y viejo comparado con el enorme y esbelto Boeing 747-100 de Pan Am, casi parecen aviones de dos eras diferentes a pesar de que entre ambos apenas hubo 13 años de diferencia.

Los supersónicos. Sin lugar a dudas el mayor escaparate de las industrias aeroespaciales civiles fueron los transportes supersónicos: los gringos se bajaron de la carrera por superar la barrera del sonido con pasajeros cuando su Boeing 2707 resultó insostenible económica y ambientalmente. Los que sí llegaron a lograr la meta fueron los franceses e ingleses con el hermoso BAC/Aerospatiale Concorde, que voló en 1969 y para el cual contaron con el apoyo del gobierno, dado que el proyecto era un pozo sin fondo en materia de dinero.
Los soviéticos desde luego, también estaban decididos a hacer su propio avión supersónico y gastarse todo el dineral que pudieran en su desarrollo, sin embargo recurrieron al espionaje industrial para ahorrar y para hacer que su avión, el Tupolev Tu-144 volara antes, concretamente voló el último día de 1968, ganándole por meses al Concorde. Muestra de ese espionaje es el hecho de que ambos aviones son casi indistinguibles para un observador inexperto, además de que comparten la famosa nariz abatible, que fue ideada para el Concorde.

La foto corresponde al Salón Aeronáutico de Le Bourget, en París en 1973, ese año el evento más esperado era ver a ambos aviones haciendo exhibiciones, y podemos ver al Concorde elevándose para hacer su rutina. El Tu-144 se está preparando para salir después, sin embargo al realizar una maniobra inusual el avión se destruyó en el aire con resultados fatales.

Al final ni el Concorde ni el Tu-144, apodado a veces como "Concordoski" fueron exitosos comercialmente: el Concorde estuvo siempre subsidiado y fue restringido a volar sobre el mar, el accidente de 2000 y los atentados terroristas de 2001 sellaron su destino.
El Tu-144 corrió con peor suerte: apenas si hizo unos cuantos vuelos con pasajeros y otros pocos con correo, además de que era notablemente inferior y más caro de operar que el Concorde. Una serie de accidentes e incidentes obligaron a retirar el avión con apenas 3 años de servicio.

Otros aviones extrañamente muy parecidos son el VC-10 inglés y el Il-62 soviético, ambos son aviones  de larga distancia con una inusual ubicación de sus 4 motores en la parte posterior del fuselaje, obligando a tener una cola en T con una masa compensadora en lo alto de la deriva. 
También se ha acusado de espionaje industrial por parte de los soviéticos para usar algunas soluciones empleadas en el VC-10, aunque tal suposición parece ser poco probable. En estas dos imágenes vemos a los VC-10 de la desaparecida aerolínea británica BOAC (absorbida dentro de la actual British Airways), y los Il-62 de Aeroflot, el aeropuerto en cuestión creo que es Shannon, en Irlanda, donde Aeroflot tenía una base, ya que en ese tiempo no era posible viajar entre Moscú y destinos en América sin escalas.

Cerramos ya con algo de tiempos más modernos: el Tupolev Tu-204 es un diseño que aunque se desarrolló en la URSS, se completó y se empezó a producir ya en la Rusia post-soviética, es un birreactor de pasillo único para distancias medias. Los 2 motores se ubican bajo las alas, una posición que no era muy del agrado de los ingenieros soviéticos y sólo la habían usado antes en el Ilyushin Il-86 y el propio Tu-144, desconozco porqué preferían poner los motores en la cola o incluso dentro de las propias alas. 
Lo cierto es que la posición de los motores hace ver al avión más moderno y con un aspecto más "occidental" por así decirlo. El equivalente norteamericano del Tu-204 es el Boeing 757, del que se construyeron más de mil ejemplares, mientras que el Tu-204 no ha pasado de unos 90 aparatos.
Aquí vemos un Tu-204 que si no me equivoco, es parte del escuadrón presidencial de Putin, y allá atrás un 757 prestando servicio para DHL, posiblemente sea propiedad de la empresa Aviastar-TU, una de las pocas aerolíneas que operan simultáneamente el Tu-204 y el 757.

sábado, 17 de julio de 2021

United Airlines anda en plan grande

A últimas fechas las noticias del sector aeronáutico han estado dominadas por United Airlines, que parece tener una estrategia de cara al futuro apostándole a las tecnologías ecológicas e innovadoras.

United goes supersonic
El primer gran anuncio ocurrió el pasado 3 de junio, cuando con bombo y platillo, la aerolínea informaba que había firmado una carta de intenciones por 15 ejemplares del avión supersónico Boom Overture, con opción a otros 35.


Desarrollado por Boom Technologies en Denver, el Overture es un proyecto para un avión supersónico que alcanzaría una velocidad Mach 1.7 (unos 1800 km/h) transportando a 55 pasajeros, la intención desde luego es revivir la era dorada del transporte supersónico civil de pasajeros, servida en antaño por el Concorde.

A diferencia de su predecesor europeo (y del poco agraciado Tupolev 144 soviético), se espera que el Overture funcione con combustibles sustentables y una baja tasa de consumo de los mismos, minimizando así las emisiones de contaminantes a la atmósfera, se espera también que el avión sea económico de modo que pueda generar beneficios a las aerolíneas y los precios sean atractivos para los pasajeros (se prevén unos costos operativos 75% menores a los del Concorde).

También se espera que el avión genere un chasquido supersónico mucho menor al que generaba el Concorde, y que limitaba su uso a rutas oceánicas, donde el impacto del boom supersónico era menor habida cuenta de lo poco concurrido de los mares, mientras que en tierra firme el impacto tiene negativas consecuencias.

El mayor reto para lograr todas esas premisas está en desarrollar un motor turbofan de moderado índice de derivación o bypass-ratio que no necesite de un post-quemador para alcanzar la velocidad supersónica, por el momento no hay tales motores en el mercado civil, solamente los de los cazas supersónicos se aproximan a los requisitos necesarios. Está previsto que el Overture sea propulsado por tres motores: uno bajo cada ala, y otro incluido en el cono de cola.
Por cuánto hace al boom supersónico, tanto la empresa como la NASA ya trabajan en tecnologías para minimizarlo.

Cabe mencionar que United no es la primer aerolínea en anunciar sus intenciones por el modelo, ya en 2016 la británica Virgin Atlantic confirmó que compraría 10, y al año siguiente Boom anunciaba que tenía pedidos por 76 ejemplares, 20 de ellos para Japan Airlines.
Se planea que United reciba sus aparatos en la década de 2030.

El mayor pedido en una década 
Todavía el sector no se reponía de la noticia del Boom Overture, cuando otra enorme sorpresa acaparó los titulares el 29 de junio: United adquiría nada menos que 270 aviones de pasillo único, en lo que representaba la mayor compra de aviones en los últimos 10 años.

70 de esos aparatos son del modelo Airbus A321neo, el más grande de la exitosa familia A320 del fabricante europeo. Es probable que dichos aviones sean de las variantes A321LR y/o A321XLR, modelos que alcanzan 7400 y 8,300 km de autonomía respectivamente, con alrededor de 200 pasajeros a bordo, lo cual les permite competir en rutas trasatlánticas y de larga distancia, contra los grandes aviones de fuselaje ancho, en un nicho de mercado que antes era ocupado por el Boeing 757.


Y hablando de Boeing, los otros 200 aparatos corresponden al siempre popular 737, serán 150 Boeing 737 MAX-10, y 50 737 MAX-8. El pedido no pudo llegar en mejor momento para los chicos de Boeing en Seattle, luego de que por fin la variante MAX fue recertificada por las autoridades aeronáuticas norteamericanas tras los infames accidentes que pusieron al descubierto tremendas omisiones en su desarrollo y certificación. Sin embargo la pandemia ha puesto su granito de arena para que el 737 MAX no se esté recuperando con la rapidez esperada.


Se espera que los A321 y Boeing 737 MAX empiecen a ser entregados a United en 2023.

El futuro es electrizante
Y la tercera gran noticia acaba de llegar apenas este 14 de julio, cuando se anunció que United iba a invertir en la desconocida empresa sueca Heart Aerospace para comprar 100 ejemplares de un nuevo avión totalmente eléctrico, denominado ES-19.

El ES-19 es un proyecto para un avión regional de corto alcance (400 km), de ala alta, propulsado por 4 motores a hélice cuyo poder provendrá de una serie de baterías que se podrán recargar en 40 minutos. La capacidad prevista es de 19 pasajeros, y obviamente, no producirá emisiones a la atmósfera.


Esta compra se realiza a través de United Airlines Ventures, un fondo de la aerolínea que busca apoyar nuevas tecnologías sustentables con el objetivo de que la aerolínea cumpla la meta de cero emisiones en 2050. Ya apoya a una compañía de combustibles a base de basura común y otra para un avión eléctrico personal para uso urbano.

Cabe mencionar que no es el primer avión eléctrico en desarrollo y United no es la primera aerolínea en adquirir aeronaves de este tipo. La empresa planea usarlos en su filial United Express, que opera a través de Mesa Airlines (que a su vez compraría otras 100 unidades), volando desde grandes aeropuertos como Chicago, Dallas, Denver o Houston, hacia comunidades y ciudades pequeñas.

El avión aún no pasa de los diseños conceptuales, el plan es que vuele en 2024 con miras a certificarlo en 2026.