Hoy arrancamos con esta imagen de la Alameda Zaragoza, uno de los espacios de esparcimiento más importantes de la ciudad de Torreon.
Aquí tenemos un desfile de alumnos de la Escuela Primaria Jesus Rivera, de Villa Juárez, municipio de Lerdo, el año es 1965.
Y hablando de escuelas, esta fotografia de 1973 nos muestra la construcción de lo que ahora es la Escuela Secundaria Tecnica No. 26 de Gómez Palacio (EST 26), que recientemente ha cumplido 40 años de existencia, en los cuales ha forjado a igual numero de generaciones de laguneros, entre ellas, la generación de un servidor.
Aquí observamos al General Lázaro Cardenas, Presidente de México de 1934 a 1940, durante una visita hecha a la Comarca Lagunera en 1936. Ese año se desataron diversas manifestaciones y huelgas que culminaron con el reparto agrario hecho por Cárdenas el 6 de octubre de ese mismo año.
Una de las mujeres olvidadas en la historia nacional: Doña Hermila Galindo Acosta de Topete, nacida en Ciudad Lerdo, Dgo. en 1896, fue una activa defensora de la igualdad entre hombre y mujer durante los tiempos de la Revolucion Mexicana. Simpatizó con la causa maderista y llegó a ser secretaria de Eduardo Hay, el Jefe de Estado de las fuerzas maderistas.
A la muerte de Francisco Y. Madero, Hermila dirige sus esfuerzos del lado de las fuerzas carrancistas, en 1915 fundó y dirigió el semanario literario y político Mujer Moderna. A través de esta publicación promovió la educación laica, la educación sexual, así como la igualdad de la mujer y los hombres.
Envió al Congreso la ponencia "La mujer en el porvenir", causando gran escándalo, pues solicitaba la igualdad entre mujeres y hombres incluyendo sus derechos sexuales. Señaló la necesidad de la educación sexual y culpó a la religión por tratarla como un tabú y así promover la ignorancia entre la población. También intentó sin éxito que se incluyera el voto femenino en la Constitución de 1917.
Seguirá participando en la política nacional hasta que en 1952 se convierte en la primera mujer en el Congreso de la Unión, y al año siguiente ve cristalizados sus esfuerzos, al aprobarse la ley que da a las mujeres el derecho de votar.
El Río Nazas majestuoso en su avenida de 1917, llevándose consigo parte del puente del ferrocarril, más allá podemos ver el desaparecido puente del tranvía, y la represa de el canal de El Coyote, cuyas compuertas se convirtieron en el Museo de la Revolución.
En esta imagen podemos ver los tranvías en Gómez Palacio, la central generadora de energía para la línea, cuyos edificios vemos al fondo, se encontraba en la cuadra delimitada por las actuales calles Independencia, Bravo, Aldama y Constitucion.
Enfrente por la Independencia se encontraba el almacen de los tranvías, con esta misma forma característica, dicho edificio aun sobrevive, aunque tristemente convertido en una ferretería, incluso un poste de la línea eléctrica se encuentra en el lugar.
La mina de Velardeña, en el municipio de Cuencamé, fue una de las minas mas importantes durante el Porfiriato, y fue una donde los mineros y pobladores se manifestaron abiertmente contra el regimen opresor.
El 14 de noviembre de 1928 el viejo Puerto Aéreo de Torreón es testigo de la llegada del flamante "Sesquiplano Azcárate" O-E-1, procedente de Chihuahua, el sesquiplano era un avion de construcción nacional, diseñado por el Ing. Juan F. Azcárate, y el termino hace referencia a que no era un biplano como los de la época, sino que su ala inferior era más pequeña, medía la mitad de la de arriba, como si se tratase de "un ala y media", de ahí el prefijo sesqui- (uno y medio).
Pilotado por el Cap. Gustavo León de la Fuerza Aérea Mexicana, el Sesquiplano fue utilizado para un viaje de ida y vuelta por todo el país, cubriendo 10,900 kilometros.
León fue recibido por el jefe de operaciones militares de Coahuila, el Coronel José Gonzalo Escobar, quien al año siguiente encabezaría una rebelión contra el Presidente Portes Gil y Plutarco Elías Calles. En esta clase de encuentros Escobar aprendió los beneficios de la aviación y supo hacer buen uso de ella en su revuelta, bombardeando Torreón, Hermosillo y Nogales, entre otras ciudades.
El cerro del Sombrero, en Parras de la Fuente, Coah., en cuya cima se encuentra el templo del Santo Madero, ignoro el año, pero si aún ahora puede resultar cansado subirlo por la escalinata, cómo sería cuando ésta no existía.
Y nos despedimos con ésta, Pancho Villa en Tlahualilo, en 1912, cuando combatió a los rebeldes Orozquistas, aquí con una ametralladora capturada.
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