PARTE 2
PARTE 3
OPERACIÓN SAND
PATCH
Tan pronto como
se hubo conocido el accidente del Athena V123D y su material radiactivo, la
presión popular sobre el tabú de la radiación alcanzó al gobierno mexicano: era
imperativo, además de encontrar la cápsula, deshacerse de todo el material
contaminado.
Es por eso que
el gobierno mexicano insistió en que los estadounidenses decidieran qué hacer
con el material irradiado, esto a pesar de que los técnicos informaron que la
radiación disminuiría a la mitad cada 9 meses hasta que en 7 años no habría
trazas de radiación significativas. Se planteó enterrar arena, plantas y demás
en un pozo profundo, otra posibilidad era cercar el lugar con una barda alta, y
la tercera era que los norteamericanos se llevaran todo el material contaminado
para confinarlo según sus propias especificaciones. El ambiente en las
negociaciones se estaba volviendo tenso.
El 5 de agosto
fueron enviadas 4 muestras de tierra a la sede de la USAEC en Las Vegas para su
análisis, el día 7 un grupo de 4 personas del RADCON (Comando de Control Radiológico del US Army, un destacamento especial para actuar en casos de accidentes radiactivos) llegaron a la zona y determinaron que el cráter tenía niveles radiación de 0.6 mr/hr (milirrem por hora), y en los alrededores era 0.1 mr/hr. Todavía en septiembre había técnicos norteamericanos estudiando la
zona hasta completar un total de 20 muestras del suelo, dos filtros de aire y
un par de arbustos. Todas dieron positivo al Cobalto 57 a excepción de dos
controles negativos.
Cráter de la capsula del Athena. Al fondo se aprecia el cerro de San Ignacio |
Finalmente por
presión mexicana, y no por las “extrañas propiedades” de la arena, Estados
Unidos tuvo que aplicar la tercera opción y llevarse la tierra junto con las plantas
contaminadas de la zona. El nombre de esta operación de salvamento fue
“Operation Sand Patch” (algunas fuentes la citan como “Great Sand”), al mando
de la misma estuvo el Coronel Thomas C. Kearns del US Army, con un total de 40
personas del RADCON.
La orden del gobierno mexicano fue que se retiraran toda la tierra con niveles de radiación mayores a 0.1 mr/hr. El resto del material con menor nivel radiactivo debía ser tratado hasta alcanzar 0.03 mr/hr, que es el valor normal de la radiación de fondo en el ambiente.
La orden del gobierno mexicano fue que se retiraran toda la tierra con niveles de radiación mayores a 0.1 mr/hr. El resto del material con menor nivel radiactivo debía ser tratado hasta alcanzar 0.03 mr/hr, que es el valor normal de la radiación de fondo en el ambiente.
Un convoy de
ferrocarril al que se le retiraron todas las identificaciones militares (esto
también por solicitud del gobierno mexicano), formado por 12 carros cargados de
maquinaria pesada entre las que destacaban una motoconformadora, dos
bulldozers, dos palas mecánicas, dos camiones de carga y uno de volteo, el
resto del convoy lo formaban 3 carros Pullman, un coche comedor, dos carros
tanque para agua y un tercero con combustible, todo este complejo partió desde
Orogrande, Nuevo México, sitio de entrada a White Sands, e ingresó a nuestro
país por Ciudad Juárez el 23 de septiembre. El convoy llegó el día siguiente a
Estación Carrillo, Chihuahua, el sitio más cercano desde donde se pudo
construir una vía temporal de 23 Km hasta el sitio del impacto, los trabajos en
este ferrocarril provisional se dificultaron por las lluvias estacionales.
Se ha hablado de
que las raciones suministradas a los técnicos e ingenieros norteamericanos de
la misión databan de la Segunda Guerra Mundial, este hecho es dudoso puesto que
una ración diaria de combate no soportaría tantos años, además las raciones K,
que eran las usadas en ese periodo, dejaron de producirse en 1945. Para 1970 el
US Army utilizaba las raciones MCI (Meal, Combat, Individual).
El paso del
convoy ferroviario originó toda clase de especulaciones: las notas
periodísticas empezaron en ese mismo momento a especular sobre el equipo
utilizado, incluso informando que el equipo venía únicamente a detectar zonas
radiactivas en búsqueda de yacimientos naturales de uranio.
El día 1 de
octubre el tren llegó a la zona del impacto. Todo el suelo alrededor del cráter
fue excavado y puesto en 55 barriles de plomo, se había determinado que el área
contaminada era de 15 metros de largo por 5 de ancho, y 3 de profundidad.
En cuanto al suelo de los alrededores, 20x15 metros, que tenía niveles radiactivos menores al 0.1 mr/hr, éste se "diluyó" excavando trincheras a ambos lados del cráter y mezclándolo con suelo no contaminado una y otra vez, hasta que alcanzó el nivel de radiación de fondo.
Las labores se hicieron en medio de un fuerte operativo de seguridad para evitar ojos curiosos. El día 5 el convoy dejó el lugar junto con todo el material utilizado, incluyendo la vía provisional Carrillo-Zona del Silencio.
En cuanto al suelo de los alrededores, 20x15 metros, que tenía niveles radiactivos menores al 0.1 mr/hr, éste se "diluyó" excavando trincheras a ambos lados del cráter y mezclándolo con suelo no contaminado una y otra vez, hasta que alcanzó el nivel de radiación de fondo.
Las labores se hicieron en medio de un fuerte operativo de seguridad para evitar ojos curiosos. El día 5 el convoy dejó el lugar junto con todo el material utilizado, incluyendo la vía provisional Carrillo-Zona del Silencio.
Barriles con tierra contaminada. Foto Col. T.C. Kearns via The White Sands Missile Ranger |
Personal norteamericano junto al ramal ferroviario temporal. Foto: Hemeroteca El Siglo de Torreon |
De acuerdo al
testimonio de Dale Green, jefe de la sección de ingenieros de la misión, en
Carrillo los técnicos arreglaron el único televisor del pueblo, prácticamente
ningún habitante había visto la TV en sus vidas, también habrían recarpeteado
algunos caminos vecinales y reparado una represa local, como gestos de buena
voluntad ante un pueblo mexicano cada vez más hostil, mientras que en Ciudad
Juárez no se hicieron las inspecciones aduanales por el temor de los agentes
mexicanos a la radiación.
Miembros de la expedición Edward White, Francisco Garza y Raymundo Duran, en Estación Carrillo |
El 7 de octubre Sand
Patch llegó a su fin cuando el tren llegó a la espuela ferroviaria de Orogrande,
donde todos los barriles fueron descargados para almacenarse en uno de los
depósitos especiales que tiene el complejo White Sands. Los niveles de irradiación detectados en la arena fueron de apenas 0.0000068 a 0.0031 µCi/g
(microcuries por gramo) una cantidad muy inferior a la que se expone a una
persona al hacerse una radiografía. Los
arbustos mostraron radiación aún menor, y en uno de los filtros de aire fueron
encontradas mínimas trazas radiactivas, dicho filtro evaluaba el aire al sur
del cráter. Se determinó que las esferas de cobalto se desintegraron durante la
reentrada y se dispersaron en los alrededores del sitio de impacto, en forma de
partículas de alrededor de 6 µm (micrómetro, la millonésima parte de un metro,
o bien la milésima parte de un milímetro), lo que es ligeramente inferior al
tamaño de un glóbulo rojo humano promedio.
El secretismo de
la misión por parte de ambos gobiernos dio lugar a que la prensa especulara
sobre el verdadero propósito de la expedición: fue entonces que se empezó a
hablar de las “misteriosas propiedades” de la tierra, y con el tiempo aparecieron
los argumentos patrioteros contra el saqueo de los recursos naturales de la
zona. Los medios sensacionalistas exageraron además la cantidad de material extraído:
se habló de hasta 200,000 toneladas de tierra. Para dar un ejemplo de cuán
disparatada es la cifra señalemos que un tren actual de esos extra largos,
lleva alrededor de 1200 a 2000 toneladas de carga impulsadas por varias
locomotoras adelante, en medio y detrás del convoy, por lo cual estamos
hablando de que se necesitarían más de 100 trenes y centenares de locomotoras con
la potencia actual para mover toda esa carga, obviamente en 1970 los
ferrocarriles tenían menor capacidad. La realidad es que se removieron
alrededor de 20 toneladas de tierra.
Cuatro miembros
de la expedición, Pablo Aceves, Fletcher Hill, Carlos Nevarez y Raymundo Duran,
recibieron reconocimientos especiales por su labor en la misma. El Coronel
Kearns recibió la Legión al Mérito al año siguiente.
El Coronel Kearns recibe la Legión al Mérito en 1971 |
Toda la
operación había costado 104 mil dólares de los contribuyentes estadounidenses,
hubo incluso cartas de personas que manifestaban su descontento por el hecho de
que Estados Unidos cediera a las presiones mexicanas y terminara removiendo la
tierra contaminada tal como México había exigido.
No obstante, debido
a la baja radiación del Co-57 y su corta vida media, toda la arena fue
simplemente tirada en el desierto de White Sands, así, sin más.
PARTE 5
BIBLIOGRAFIA
PARTE 5
BIBLIOGRAFIA
ACTUALIZACION 2022: Una serie de 3 videos con entrevistas a expertos locales y nacionales, con nuevas revelaciones, puede ser vista aquí:
Documental 2022: serie de 3 videos
Dr. Samuel Banda, me gustaría entrevistarlo en torno a su investigación de la Zona del Silencio. ovnigonzalez@hotmail.com
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