Hoy voy a publicar otro post sobre los muchos y poco conocidos casos donde nuestros cielos han sido violados de manera flagrante por aeronaves que transportan droga, un asunto que ni es nuevo ni terminará pronto: todos los años tanto las fuerzas armadas como las policiales suelen bajar alguna que otra aeronave ilegal, si bien por cada aeronave interceptada muchas otras logran su cometido, y van desde planeadores ultraligeros y avionetas hasta aviones jet de gran tamaño y grandes prestaciones, habitualmente jets comerciales de pasaje.
La historia de hoy involucra a tres aviones comerciales a mediados de la ultima década del siglo pasado, los tres partieron de Colombia con cargamentos ilegales y terminaron en suelo mexicano luego de violar el espacio aéreo sin apenas ser detectados en el transcurso de un año. Los tres además, eran aviones de fabricación francesa Sud SE 210 Caravelle (carabela, en francés).
El Caravelle fue el primer turborreactor (jet) de fabricación gala, diseñado para distancias cortas, también fue el tercer jet de pasajeros diseñado y puesto en servicio, luego del Comet y el Avro Jetliner ingleses, mismos que fueron fracasos comerciales y hasta fracasos técnicos. Por contra, el Caravelle fue bastante popular, con cerca de 300 ejemplares construidos, su característica distintiva e innovadora era que presentaba los motores en la parte posterior del avión, con lo cual se reducía el ruido en despegues y aterrizajes.
Otro rasgo particular eran sus ventanas: triangulares.
Su primer vuelo fue en 1955, y sus años de gloria fueron en las décadas de los 60's a los 80's.
El primer Caravelle que nos interesa era un modelo Caravelle 10R, numero de construcción 232, fue entregado nuevo a Aviación y Comercio (Aviaco) de España, filial de la conocida aerolínea Iberia, el avión voló la matrícula EC-BIF y con el nombre del músico español Francisco Tarrega.
El Caravelle 232 durante sus años como EC-BIF en Aviaco |
La aeronave tuvo una buena vida operativa durante 13 años, en 1980 fue vendida a la empresa alemana Aero-Lloyd, una compañia charter, es decir, que alquilaba aviones para fines turisticos o de traslados. Su matrícula fue D-ABAK. El 232 siguió gozando de sus mejores días hasta 1991, cuando ya con la edad a cuestas, es vendido de segunda mano a Colombia.
Durante su servicio en Aero Lloyd, el D-ABAK portó varios esquemas de pintura, incluyendo algunos llamativos en color plata, al final de sus años en esa aerolínea portaba estos colores |
Por aquellos días Colombia enfrentaba una situación similar a la que México sufre hoy en día: los cárteles del narcotrafico, principalmente los de Cali y Medellín, se disputaban el control de las rutas y comercio de estupefacientes hacia los Estados Unidos, desatando una ola de violencia nunca antes vista.
Inicialmente el trafico de drogas se hacía de manera personal, a lomo de mula o en otros medios simples que no obstante limitaban la cantidad de droga transportada, sin embargo la avidez norteamericana por las drogas incrementó la demanda, y se vio que los medios usados eran poco prácticos, por ello una elección natural fue empezar a emplear aviones para llevar mayor cantidad de drogas a mayor distancia, en menor tiempo y con menos intermediarios. Poco a poco se pasó de pequeñas aeronaves de pistón, al empleo de grandes aviones que, disfrazados como aviones de línea, podían surcar los cielos sin crear demasiadas sospechas.
Pronto las capacidades de los aviones permiten establecer a México como trampolín más seguro para así brincar a Estados Unidos. Los cárteles colombianos empezaron a establecer alianzas con las organizaciones mexicanas al mando de personajes como los Hermanos Amezcua, Juan García Abrego o Amado Carrillo Fuentes, quien particularmente sería conocido como "El Señor de los Cielos" por su uso extensivo de aviones para el narcotráfico.
Es así que en esos años aparecen en Colombia un sinnúmero de "aerolíneas" que no eran mas que los nombres legales de fachada, por los cuales llegaban aviones viejos y de segundo uso a manos de los capos del narco, mientras que algunas de esas aerolíneas eran empresas conocidas y bien establecidas (infiltradas obviamente por las organizaciones criminales), otras aerolíneas eran tan efímeras que solo constan en los registros por poseer un solo avión y haber hecho un solo vuelo para luego ser decomisado.
Portando la matrícula HK-3676X, el Caravelle pasa por tiempos oscuros bajo la marca Aerosucre Colombia, en 1994.
El 4 de agosto de 1994 el Caravelle salió de la isla colombiana de San Andrés, uno de los puntos habituales de partida de las rutas del narcotráfico, hizo una escala en algún punto de Panamá y entró a cielo mexicano por la península de Yucatán, prosiguió tranquilamente por el centro del país sin ser molestado.
Sin embargo el Servicio de Aduanas de Estados Unidos detectó el vuelo, y avisó a las autoridades mexicanas. El avión aterrizó en la pista de una compañía minera a las afueras de Sombrerete, Zacatecas.
Para cuando las fuerzas del orden llegaron hasta el avión, se encontró que a su interior se le habían quitado los asientos para dar cabida a paquetes de droga: 2 toneladas y media se encontraron a bordo, aunque se estimó que al aparato le cabrían unas diez, del resto de la carga nunca más se supo.
Se piensa que este cargamento iba dirigido a Amado Carrillo, el señor de los cielos, que luego se encargaría de meterlo a Estados Unidos por otros medios.
Por lo que hace al avión, pilotos de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) se encargaron de llevarlo a la Base Aérea Militar Numero 1, en Santa Lucía, Estado de México
El segundo Caravelle era del tipo 10B3, comenzó su vida en 1966, su número de construcción era el 211, el 20 de enero fue entregado a la aerolínea finlandesa Finnair, recibiendo la matrícula OH-LSH , y fue bautizado como "Kuopio" en honor a una ciudad de ese país. Aquí el avión brindó servicio en rutas dentro de Finlandia y algunas en Europa.
"Kuopio" el Caravelle en sus mejores años en Finnair |
La mayor parte de su vida operativa el 211 la pasó en Finnair, en agosto de 1991 fue vendido a la compañia charter francesa Europe Aero Service, Ltd. Recibió la matrícula F-GDFZ.
Poco fue el tiempo que el ya veterano avión pasó en su tierra natal, y entonces empieza ese triste periodo donde el avión queda en manos ilegales colombianas.
En el caso de nuestro segundo Caravelle, fue llevado a Colombia con la matricula HK-3836X, y fue registrado con la empresa SERCA Colombia en abril de 1993, 8 meses después aparece en los registros con la Líneas Aéreas Sudamericanas, y en junio de 1994 con Jet Express Colombia, finalmente, aparece en diciembre de ese año con SEC Colombia, siguió portando la misma matrícula.
El avión en su tiempo breve con SEC Colombia (ignoro el significado de las siglas), el autor de la foto señala que a traves de las ventanas puede verse el misterioso cargamento |
El día 11 de marzo de 1995, el Caravelle 10B3 numero de construcción 211 y con matricula HK-3836X se convirtiò en el segundo Caravelle en caer en territorio mexicano, cuando partió desde Colombia.
Las autoridades detectaron la aeronave a su paso por los cielos mexicanos, incluso los aviones de la Procuraduría General de la República (PGR) lograron filmar el vuelo y su aterrizaje en un sitio conocido como Punta Baja, en Guaymas, Sonora, también se filmó cómo el cargamento ilegal era puesto en varios camiones y sacado del lugar. Las fuerzas policiales y militares llegaron después, solamente para asegurar el área y decomisar el avión, cuyo duro aterrizaje lo había dejado con daños moderados. El personal de la FAM logra hacerlo despegar, y es llevado a Santa Lucía, a reunirse con el otro Caravelle.
Por último, un tercer Caravelle llegó a territorio mexicano: su numero de construcción era el 184, voló por primera vez el 12 de octubre de 1965 y fue entregado a Syrian Arab Airlines con matricula YF-AKA, en 1981 pasa a la africana Air Mali, tras ser rentado a varias empresas, pasó en 1984 a Air Caledonie con sede en Oceanía, luego a Europe Aero Services en 1990. Al igual que los otros dos aviones, el 184 pasó a manos colombianas, y es así que aparece registrado con Iberoamericana de Carga, con la matricula HK-4029X.
La madrugada del 5 de noviembre repentinamente cayó en un llano conocido como El Baturí, al sur de la Bahía de Todos los Santos, en Baja California Sur. Impactó de lleno con la nariz y encalló en la arena quedando severamente dañado. Inmediatamente fue rodeado por personal policial y la cocaína fue trasladada a varios vehículos. Esta vez el avión no fue salvado: además del considerable daño sufrido, los policías, evidentemente coludidos con el narcotráfico, desmantelaron las alas del avion, desaparecieron sus equipos electronicos y archivos, y el resto fue quemado y enterrado en la arena.
Elementos del Ejército Mexicano desentierran los restos del Caravelle 184 |
El "Caso Baturí" como se le conoció desde entonces, destapó toda una red de corrupción dentro de la policía local y hasta la PGR, al comprobarse la participación policial, un caso que aún hoy en día desata dudas y polémicas, y hasta existen corridos al respecto.
¿y qué fue de los 2 Caravelle que sobrevivieron a su uso como mulas de carga? Pues bueno, fueron incautados por la FAM, y es en este tiempo en el cual se ganaron su apodo de los "narcojets" de la fuerza aérea. El 232 recibió la matricula militar 10507, y el 211 la 10506.
Se les pintó con el esquema que usaban los cargueros de la FAM en aquel tiempo: fuselaje blanco, con la parte inferior en gris (solo el 10507), con un rayo azul a ambos lados.
Caravelle cn 211, al servicio de la Fuerza Aérea Mexicana con la matrícula 10506 |
Caravelle cn 232 con la matricula 10507, nótense ciertas diferencias exteriores entre ambos modelos |
Ignoro si alguna vez llegaron a volar misiones con la FAM, pues hay fuentes que reportan que, pese a que los aviones estaban en buenas condiciones, no había pilotos entrenados para ellos, además de que las refacciones se habían dejado de fabricar muchos años atrás y ya no existía soporte logistico para esos aviones.
Otra cosa es que, aun y cuando sus prestaciones hubieran sido beneficiosas para la FAM, ésta ya operaba varios aviones Boeing 727 de mayores capacidades para las labores que se le hubieran asignado a los Caravelle.
Asi que se puede decir que pasaron mucho tiempo inactivos hasta el nuevo milenio, cuando estaban ya en malas condiciones generales.
Con el tiempo empezó a correr el rumor de que los "narcojets" iban a pasar finalmente a mejor vida: ser vendidos como chatarra, y de hecho, desaparecieron de la base de Santa Lucía, durante algún tiempo se ignoraba qué había ocurrido con ellos, sino hasta 2006, cuando se supo que los dos Caravelle se habían salvado y permanecían juntos: fueron adquiridos y llevados a un lugar al noroeste de la ciudad de México, al llamado Parque Aviacuático Los Manantiales, un extraño concepto de balneario con estos dos aviones como atractivo principal.
Mientras que el 232 puede ser admirado en el estacionamiento del parque, el 211 domina la vista desde una lomita cercana |
Para llegar desde la capital mexicana se toma la carretera a Querétaro y luego llegando al Arco Norte se toma la carretera que va a un punto llamado Jilotepec, pasando ese poblado se toma otra carretera hasta llegar allí, son como 2 horas de recorrido hasta el lugar. Existen versiones muy opuestas entre sí sobre la calidad del servicio que se otorga en este parque, lo cierto es que finalmente estos 2 aviones, usados para el pasaje en Europa, y luego convertidos en cargueros ilegales, descansan hoy sus alas en un digno lugar.
Otras historias similares:
DC-6 de El Ojito:
http://drsamuelbanda.blogspot.com/2013/11/historia-de-un-dc-6_3.htmlDC-9 de Ciudad del Carmen:
http://drsamuelbanda.blogspot.com/2016/04/historia-de-un-dc-9.html
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http://drsamuelbanda.blogspot.com/2016/06/historia-de-un-grumman-albatross.html
DC-6 de Tlahualilo
https://drsamuelbanda.blogspot.com/2020/02/historia-de-otro-dc-6.html
Excelente artículo e información de estos aparatos.
ResponderEliminarInteresante publicación.
ResponderEliminarDr. Excelente material y relato.
ResponderEliminarsaludos