Pues finalmente se cumplió una de las promesas populistas del vejete senil mexicano: el Boeing 787 que se compró en la administración calderonista, pero que se usó en el periodo de Peña Nieto, ya fue vendido.
En lo personal concuerdo con los argumentos de que era un gasto innecesario: el anterior avión presidencial, un 757, aun tenía mucha vida útil por delante.
Pero si la compra del 787 era per se un gasto insultante, era más insultante tener ese avión y no usarlo, ya que su mantenimiento era oneroso, y fácilmente el 787 podía haber sido utilizado en beneficio del "pueblo bueno y sabio": a la aeronave se le podían haber retirado sus lujosos interiores para que los rematara el SAE (quise decir: "Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado", que para nombres ridículos y payasos el viejo se pinta solo), y aquellos equipos que fueran de utilidad, tales como mobiliario, teléfonos, computadoras, etc., fácilmente podrían destinarse a oficinas gubernamentales.
El aparato así desprovisto de su interior pudo haber sido convertido a carguero y asignado a la Fuerza Aérea, donde el avión podría cumplir misiones de diverso tipo, como en la lucha contra el COVID, como bien quedó demostrado cuando los 787 de Aeroméxico realizaron misiones de transporte de insumos médicos (ver esta entrada).
Pero no, en su corta y necia visión, el tonto de Palacio se empecinó en venderlo de las maneras más ridículas, incluyendo rifas payasas de las cuales aún no se sabe a ciencia cierta que pasó con los premios. El avión no era apto para su uso en aerolíneas, pero no por sus lujosos interiores, sino por sus pesos operativos, ya que fue parte de los prototipos del 787 que tenían un peso al despegue menor al previsto, limitando su alcance. La única opción era venderlo en el sector corporativo o gubernamental, como finalmente pasó.
El otrora TP-01 "José María Morelos y Pavón" ya despojado de los emblemas nacionales, se va del país para recibir su nueva imagen, se le asignó la matrícula provisional XC-LQL |
Ahora por fin el 787 volará, aunque lo hará para el gobierno de un país en el que no estará exento de polémicas: Tayikistán es una pequeña nación ex-soviética de mayoría islámica con altos índices de pobreza, de hecho su PIB lo coloca como el décimo octavo más pobre en el mundo al momento de esta publicarse este post.
Seguramente allí habrá las mismas protestas por su compra, tal como las hubo en nuestro país, especialmente porque Tayikistán es un pueblo mucho más pobre que México.
El avión ya en su nuevo corte de pintura y con el denominador EY-001, llegando al aeropuerto de Dushanbe, capital de Tayikistán |
El aparato fue vendido por 92 MDD, cuando al gobierno mexicano le costó 218 MDD de su tiempo, precio al que hay que agregarle el ajuste por la inflación y los costos de 4 años de mantenimiento en los cuales el avión estuvo de hoquis, sirviendo a lo mucho como atracción de circo junto al payaso que tenemos por presidente. Mal negocio, sin duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario