Powered By Blogger

martes, 25 de abril de 2017

La aviación en la Batalla de Berlín. PARTE 5

PARTE 1
PARTE 2
PARTE 3
PARTE 4

Quinta entrega de la reseña sobre la Batalla de Berlín desde el aire, publicada en Foro Segunda Guerra Mundial por el usuario Emil Dermouth.

25 de Abril de 1945

Soleado, pero frío, amaneció el 25 de Abril. Las Waffen-SS compuestas por los holandeses y escandinavos se hallaban apostados diversas instalaciones del Aeródromo de Temppelhoff, ya en manos rusas, esperando recibir el choque. Por la mañana se inició la batalla cuando la artillería rusa y los tanques machacaron el aeropuerto destruyendo a los cazas Focke Wulf Fw 190 que todavía quedaban aparcados y sin gasolina. Después irrumpieron en el aeródromo y los pocos defensores que había tuvieron que retirarse a una línea improvisada en las instalaciones militares debido al fuego de los Katyusha.



Por otro sector de Berlín el V Ejército Soviético atacó el Parque de Treptow, el III Ejército de la Guardia Blindado arremetió contra Mariendorf, y los I y VIII Ejércitos de la Guardia lo hicieron por Neukölln. Los soviéticos fueron imparables. En la Plaza Hermannplatz la 33ª División SS Francesa “Carlomagno” se parapetó en barricadas junto con más de 100 miembros de las Juventudes Hitlerianas alemanas, bien protegidos, cuando vinieron los rusos los defensores franceses destruyeron con lanzagranadas a 14 tanques T-34, logrando a continuación que se retirasen. Otro acto heroico ocurrió en el Puente de Halensee, siendo los protagonistas tres solitarios soldados alemanes que repelieron el ataque soviético durante todo el día armados con una ametralladora y matando a decenas de rusos. Ante los lentos avances soviéticos, estos como represalia bombardearon el centro ciudad con 1.500 aviones.

Wenck y su ofensiva empezaron a fallar en la zona boscosa de Spreewald, batalla que se estaba convitiendo en un revés para los alemanes a pesar del éxito del día anterior. Los vehículos y tanques de Wenck se quedaron sin combustible, viéndose obligados a pararse para esperar la gasolina. Aprovechando que los hombres de Wenck se detuvieron, el III Ejército de la Guardia compuesto por comunistas ucranianos cerró la zona occidental de la autopista del bosque y levantó barricadas con troncos de árboles dejando bloqueados a los alemanes.

Si por algo se hizo famoso el 25 de Abril de 1945 fue por un hecho histórico inolvidable. Ocurrió en la ciudad de Torgau cuando las tropas de Estados Unidos se dieron la mano con las tropas de la Unión Soviética. Las fuerzas protagonistas fueron la 69ª División de Infantería Estadounidense y la 58ª División de la Guardia Soviética. Aquella era la primera vez que soviéticos y estadounidenses se encontraron cara a cara como aliados en la Segunda Guerra Mundial.

El cerco ruso era casi completo y la única forma que había de entrar o salir de Berlin, tanto personas como materiales o suministros era la vía aérea, con los riesgos que ello reportaba debido a la aplastante superioridad aérea del enemigo.

Esa noche los Ju-52 del 3./I./ TG 1 consiguieron trasladar 175 soldados del 1.SStR desde Pütnitz a Berlin. Mientras que a las 22.00 h. los Ju-352 del KG.zbV2, Lufttransport Gruppe 4 conseguían aterrizar en Gatow-Berlin con suministros varios. Un He-111 del TG 30 a las 23.59 recogió un único pasajero de Gatow para llevarlo a Wustrow, la identidad de ese pasajero es una incógnita.

La Luftfotte Reich ordenó concentrar sus operaciones sobre Berlin, tanto jabo, como frei jagd, a fin de aliviar la situación en lo posible a los defensores, de esa manera volaron sobre Berlin elementos del JG 26, JG 77, JG 51, JG 11 y JG 301 en misiones de caza libre, mientras que el SG 1, SG 10, SG 77, JG 6, JG 4 y JG 27 realizaron ataques al suelo. Los grupos de ataque al suelo sufrieron numerosas pérdidas, los objetivos más difíciles les fueron asignados a los magníficos Fw-190 D-9 del JG 6 que acusaron cuatro bajas, la del Uffz. Richard Krause, Uffz. Heinz Jahn, Uffz. Ginzler y otro piloto desconocido. 

Entre las 12.05 h. y las 13.20 h. el JG 26 realizó vuelos de caza libre sobre el área de Berlín, a las 12.30 h. se enfrentaron con un grupo de Yak-3, acreditando un derribo el Lt. Friedrich Ramthum y otro el Lt. Waldemar Söffing. Por la tarde el JG 26 realizó la segunda salida del día, y el Lt. Siegfried Sy derribó un P-39 a las 17.55 h.

El I/JG 11 entró en combate con un grupo de Yak-9 que protegían a unos bombarderos Pe-2, debido a la fuerte escolta no consiguieron abatir ningún bombardero, pero el Obfw. Hans- Gerd Wennekers logró su 24ª victoria al derribar un Yak-9, un camarada perdió la vida al noroeste de Berlin, el Uffz. Gabriel. También en esa acción colaboró el JG 301 con sus Ta-152, logrando el Obfw. Walter Loos acabar con un Yak-9, su 37ª victoria, la 3ª con un Ta-152.
Los bombarderos soviéticos Petlyakov Pe-2, acosaron Berlín de manera constante
Entre las 14.30 y las 16.00 h. le tocó al JG 27 con sus Bf-109 realizar ataques contra las columnas de blindados que entraban a Berlin, a pesar de una fuerte oposición por parte de varios grupos de Yak-3, realizaron con relativo éxito su trabajo, en los enfrentamientos que tuvieron lugar contra los cazas rusos se les adjudicó el derribo de tres Yak-3, uno de ellos por acción del Fhr. Oswald Pejas los otros dos los derribó el Fw. Horst Rippert en el espacio de un minuto. El Uffz. Erich Krüger perdió la vida al ser derribado en ese combate.

Ese día, el Oblt. Günter Josten del Stab/JG 51 protagonizó una hazaña inolvidable, de carácter épico, a lo largo del día se le acreditó el derribo de siete aparatos soviéticos. Por supuesto fue el héroe del día y este es su testimonio:

“25 de Abril de 1.945. Hace pocos días que recibimos un lote de flamantes Fw-190 D-9 totalmente nuevos y esperamos con ellos derribar gran cantidad de aviones enemigos. Ayer, el Obfw. Marquardt derribó cuatro Yak-3, una marca muy buena, que tuve la suerte de mejorarla y de establecer un record de derribos con D-9 en un solo día. En la primera salida volamos una docena de aparatos y nos dirigimos contra una gran formación de Il-2 escoltada por cazas Yak-3, en el combate conseguí derribar tres Il-2 y un Yak-3, otro Yak-3 fue derribado por el Hptm. Joachim Brendel. En mi segunda salida me acompañó el Obfw. Rauch, volamos juntos como rotte y entre los dos derribamos nueve aviones rojos. En primer lugar nos topamos con una formación de 50 bombarderos Boston acompañados por 30 cazas Airacobras. Al comenzar el combate ambos conseguimos derribar un Airacobra, después de eso me encaré con un Boston, al que derribé, y luego conseguí derribar otro Boston más. Volviendo a la base nos encontramos con 20 Il-2 y 30 Yak-3. Rauch remató dos Yak-3, mientras que yo derribé dos Il-2, lo que hace un total de nueve victorias en dos salidas. Al día siguiente añadí otro Yak-3 a mi cuenta personal, lo que lleva mi número total de victorias a 178..”
Fw190 sobre Berlín
Nota: Günter Josten, en su relato habla de los derribos de Marquardt, los cuales fueron homologados, habla del Yak-3 derribado por Joachim Brendel, también fue homologado, sin embargo los derribos de su compañero Rauch no los he encontrado en las listas de derribos homologados. En cuanto a los nueve aparatos que afirma haber derribado, siete le son homologados y dos no. Afirma que su victoria nº 178 es un Yak-3 derribado el día 26, pero en las listas de derribos se le da el número 178 al último aparato que derriba el día 25. Al margen de la desviación de algunas cifras, no cabe duda de que ese día Günter Josten realizó una proeza de enormes proporciones.

26 de Abril de 1945

Con una intensa tormenta y fuertes lluvias amaneció el 26 de Abril. Junto al agua de lluvia sobre el centro ciudad como de costumbre cayeron los cohetes de los Katyusha provocando el pánico.

Todavía la lucha continuaba en el Aeródromo de Tempelhoff, pero el Ejército Rojo quería concluirla cuanto antes. Para ello el VIII Ejército de Guardias y el I Ejército de la Guardia Blindado lanzaron su último asalto contra las Juventudes Hitlerianas que defendían las instalaciones del aeropuerto. Tempelfoff se convirtió en una batalla de tanques entre ambos bandos. En inferioridad numérica, los alemanes acabaron con más blindados rusos, pero ante las inagotables masas de enemigos tuvieron que retirarse. Despejado el camino los tanques soviéticos fueron cañoneando con sus torretas cada una de las instalaciones y edificios del aeródromo, una vez estuvo todo en llamas, Tempelhoff pasó a estar en manos rusas.

Sobre el Ayuntamiento de Berlín los soviéticos iniciaron el asalto aquella mañana. Unos pocos niños de las Juventudes Hitlerianas resistieron en el edificio hasta que fueron convertidos en antorchas humanas cuando los rusos les rociaron con lanzallamas. Antes de entregarse el edificio el último superviviente izó una bandera blanca y luego se pegó un tiro. Al Ayuntamiento le siguió el barrio de Zehlendorf que pasó a ser dominio del Ejército Rojo.

A las afueras de Berlín el XII Ejército de Wenck, junto a otras unidades del IX Ejército, habían quedado rodeados en el Bosque de Spreewald. La lucha entre el espesor de los árboles fue muy dura. Una y otra vez los alemanes tuvieron que frenar incursiones soviéticas por tierra mientras escapaban hacia otro bosque más cercano llamado Halbe.

Como las tácticas defensivas urbanas no evitaban las penetraciones soviéticas, las Waffen-SS se vieron obligadas a modificar el planteamiento, consistente en abandonar las barricadas para parapetarse en los edificios y ventanas donde instalaban lanzagranadas y ametralladoras. Las Juventudes Hitlerianas y la Volkstrumm imitaron a los Waffen-SS y adoptaron la misma técnica. Gracias a esa idea muchos rusos murieron acribillados desde ambos lados de las calles. Para evitar esas emboscadas los soviéticos tuvieron que organizarse en grupos de asalto de seis o siete hombres armados con metralletas, granadas, cuchillos y palas para desalojar edificio por edificio, mientras los tanques disparaban desde el exterior. Pero incluso así los rusos fueron relentizados. Otras de las causas de este retraso fue la voladura de más de 248 puentes con dinamita, entre ellos los más grandes de Schönenberg y Möckern; además de algunos puntos claves del Canal de Landwehr para inundar ciertas zonas de paso.

El día anterior Hitler había ordenado el traslado por vía aérea de batallones de reservistas de la Kriegsmarine con armas de infantería a Berlín para tomar parte en la batalla que se estaba librando. Los primeros 175 hombres ya fueron llevados el día anterior. Ese 26 de Abril el traslado se llevó a cabo por cuatro aviones del FDF (Führer des Fliegers), un Fw-200 pilotado por el Hptm. Joachim Hubner, un Ju-290 pilotado el Lt. Wagner, un Ju-352 pilotado por el Oblt. Schultz y un cuarto avión (puede que un Ju-52) pilotado por el Oblt. Clemens Zuborg, en total trasportaron 288 hombres y 24 toneladas de armas y municiones, realizando dos viajes cada avión, excepto el Ju-352, que fue atacado por un nutrido fuego antiaéreo y tocado, con un solo motor consiguió Herbert Schultz realizar un aterrizaje forzoso y milagrosamente todos los pasajeros consiguieron abandonar el aparato antes de que hicieran explosión las cuatro toneladas de panzerfaust que trasportaba.
Junkers Ju-290
Focke Wulf Fw200
Ese día los grupos de transporte TG 1 y TG 30 realizaron numerosas salidas tratando de abastecer Berlin, sufriendo fuertes pérdidas, sin embargo los agotados y faltos de combustible Schalschgeschwader solo pudieron hacer volar unas pocas unidades.

Los Jagdgeschwader tampoco pudieron hacer gran cosa y solo volaron algunas unidades del JG 3, JG 6, JG 11, JG 26, JG 27 y JG 77. Por la mañana el Maj. Werner Schroer del Stab JG 3 consiguió derribar dos La-5, pero su grupo tuvo dos bajas, el Lt. Siegfried Schuster y el Lt. Helmut Beckmanny. El Fw. Horst Rippet del JG 27 derribó un Yak-9. Sobre las 19.15 h. unidades del JG 26 entraron en combate con varios grupos de Yaks, el Obfw. Erich Schwarz, Ofhr. Heinz Birkner y Lt. Wilhelm Blickle derribaron un Yak-3 cada uno y al Oblt. Hans Dortenmann le fue adjudicado el derribo de un Yak-9. El JG 11 y JG 77 no se anotaron ninguna victoria, pero sufrieron las bajas del Uffz. Grube y del Ofw. Thimm respectivamente. 

El testimonio del dia corresponde a un relato de la piloto de pruebas de la Luftwaffe, la capitana Hanna Reitsch, la única mujer de la historia de Alemania condecorada con la Cruz de Hierro de Primera y Segunda Clase y el Distintivo Aéreo Militar de Oro con Diamantes.
Hanna Reitsch fue una de las mujeres más famosas en la historia de la aviación mundial, sobrevivió a la guerra y rompió numerosos récords de vuelo. Nunca ocultó su pasado nacionalsocialista
“El Genlt. Ritter Von Greim era requerido por Hitler en la cancillería, tres días antes había sido nombrado Mariscal del Reich y jefe supremo de la Luftwaffe, pero ni él ni yo lo sabíamos. Como Berlin estaba sitiado pensamos que la manera más segura de acceder al Bunker era que yo lo llevara en un nuevo modelo de helicóptero que había estado probando. A las 2.30 de la madrugada del 26 de Abril de 1.945 despegó del aeropuerto de Neu-Bieberg el Ju-188 que nos llevaría a Rechlin. Al llegar a Rechlin nos dijeron que el helicóptero había sido destruido horas antes en un ataque aéreo, así que decidimos ir a Gatow (El único aeropuerto de Berlin que operaba) en el caza Fw-190 biplaza que usó Speer para entrar y salir de Berlin dos días antes. 
El Focke-Achgelis Fa-61, prototipo de helicóptero aleman probado por Hanna Reitsch
Como yo no tenía experiencia en vuelo de combate y no conocía bien la situación de Berlin optamos por que nos llevara el mismo piloto que fue con Speer. Pregunté al piloto si mi peso podría ser un impedimento para el vuelo, el se largó a reir – usted apenas pesa 50 kilos, su peso no importa, pero el lugar no nos alcanza-. Finalmente vaciamos la parte trasera del fuselaje, ocupada por todo tipo de instrumentos, acumuladores, botellas de oxígeno, etc. Y con ayuda de algunos hombres, literalmente me acoplaron en el angosto cubículo. 

Poco después llegó Von Greim, recién tomó asiento le llamé desde mi escondite y el repondió -¿Capitán, donde diablos esta usted?-. Al poco rato despegamos escoltados por unos 30 cazas, el vuelo no fue del todo malo, pero antes de llegar el piloto puso la máquina boca abajo, casi perpendicular, y se oyó un terrible crujido, pensaba que habíamos sido alcanzados por fuego antiaéreo y esperaba el impacto contra el suelo. Al aterrizar en Gatow supe que el piloto pudo escapar de los cazas rusos con esa abrupta maniobra. Gatow se hallaba bajo fuego enemigo y el primer Storch que quisimos usar fue destruido por un impacto de artillería. A las 18.00 h. pusieron a nuestra disposición el último Storch que quedaba sano. 
El Fiseler Storch era un avión extremadamente ligero y capaz de aterrizar en pistas muy cortas, incluso en las calles
Von Greim prefirió personalmente pilotar el avión, volábamos rozando las copas de los árboles para no ser descubiertos por los rusos, pero pronto estallaron infernales explosiones de granadas y fusiles, bajo nosotros comenzaron a bullir tanques y soldados, con claridad podía ver las caras de los rusos que nos apuntaban con fusiles, ametralladoras y cañones. Hasta que de repente estalló algo dentro de nuestro avión al tiempo que oí decir a Von Greim -¡Estoy herido!-.Una granada le había destrozado el pie derecho y rápidamente perdió el conocimiento. Instintivamente pasé mis brazos por encima de su hombro izquierdo para asir el bastón de mando y el acelerador, tratando de evitar el fuego enemigo llevando la máquina de un lado a otro. 

El Storch fue alcanzado por muchos impactos, y vi como fluía gasolina de ambos tanques. Nos acercábamos a Funkturm, humo, polvo y un penetrante olor a azufre aumentaban, pero al menos los disparos enemigos disminuían, entramos en zona controlada por tropas alemanas. Poco antes del Brandenburger Tor tomé tierra, los tanques de gasolina estaban totalmente vacios. La ciudad estaba desierta, parecía muerta, toda vida estaba enterrada bajo escombros. 

Con dificultad pude sacar del avión a Von Greim, y me pareció una eternidad el tiempo que esperamos hasta que pasó un camión que nos llevó al Bunker. Unos amables guardias de las SS nos llevaron al despacho de Hitler, Von Greim había recuperado el conocimiento y lo primero que hizo fue pasar su informe al Führer. Este le escuchó con tranquilidad y al terminar tomó la mano de Greim y me miró a mi, dijo -¡Valiente mujer! Todavia existe coraje y lealtad en este mundo-.
Robert Ritter Von Greim, llegó a bunker de Hitler para recibir su nombramiento como Comandante en Jefe de la Luftwaffe, luego de que Hitler destituyera a Göring
PARTE 6
PARTE 7
PARTE 8

No hay comentarios:

Publicar un comentario