Sigo con el tirón de The Force Awakens, y he continuado explorando algunos de los productos asociados a la nueva trilogía, que rellenan el ahora vacío espacio entre ésta y la trilogía original, dentro de lo que Disney ha clasificado como "Journey to The Force Awakens", se encuentran varias publicaciones, incluyendo novelas.
Por cierto, que según una encuesta organizada el año pasado por CONACULTA, por fin México ha progresado en el hábito de lectura, y hemos pasado de leer dos libros promedio, a 5.3 libros al año, con lo cual subimos al segundo puesto en Latinoamérica (el año pasado, entre nuevos y releídos, yo me eché la friolera de 14 libros, si las cuentas no me fallan).
Este 2016, para cumplir con la estadística, decidí iniciar con Lost Stars, Estrellas Perdidas en español, una novela de corte juvenil, que proporciona pistas sobre diversos elementos vistos en la más nueva entrega cinematográfica de Star Wars.
Esta novela ha sido poco promocionada cuando se la compara con la vituperada (y con justa razón) Aftermath de Chuck Wendig, y no ha sido tan difundida, sin embargo, al menos en América Latina sí ha sido publicada y traducida al español, por Editorial Planeta.
Portada del libro, con un destructor estelar cayendo en picada hacia "cierto" planeta |
La autora de este trabajo es Claudia Gray, no conozco absolutamente nada de ella, la semblanza que acompaña al libro la señala como autora del New York Times (fuente habitual de autores para Star Wars), destacando una saga sci-fi llamada Firebird, y otra de corte paranormal (vampiros juveniles, para variar), llamada Evernight. Se considera fanática de Star Wars desde la infancia.
Lo que me atrajo a leer este libro es la mención a la Batalla de Jakku, que fue la última gran confrontación entre la Rebelión y el Imperio, y supuso la derrota definitiva de este último. A Jakku lo vemos en The Force Awakens, como el planeta desértico cuyos escasos habitantes viven de escombrar los despojos de los destructores estelares que quedaron abandonados tras dicho enfrentamiento (en los diccionarios visuales esta zona es identificada como El Cementerio de los Gigantes).
Nota Cultural: el Ravager, Super Destructor Estelar donde Rey y Finn se meten para evadir a los TIE fighters, es el que se menciona en Aftermath, al mando de la Almirante Rae Sloane |
La trama empieza en el año 8 desde la fundación del Imperio, el mismo ha ocupado el planeta Jelucan, y dos niños de clases distintas quedan impresionados por la majestuosidad de este nuevo orden, ambos sueñan con pilotar las grandes naves imperiales.
Estos son Thane Kyrell, niño de la clase alta de Jelucan, obligado a vivir a la sombra de su hermano mayor, y Ciena Ree, de clase baja y con una familia cuyas tradiciones se basan predominantemente en el honor. Ambos, sin embargo, llegan a ser muy cercanos durante sus años de infancia y juventud, se conocen y conjugan muy bien el uno al otro, se motivan y compiten de manera amistosa, forjando un lazo intimo.
La novela sigue sus andanzas luego de que ambos logran entrar a la Academia Imperial, comienzan los roces entre ellos y conocen nuevas amistades, empiezan también a experimentar sentimientos y todas esas cosas de adolescentes.
Tras graduarse, Kyrell es asignado a una "estación secreta" de combate, en tanto que Ree va a parar a la tripulación del destructor estelar Devastador. En la primera misión capturan una nave rebelde con conocida princesa a bordo, luego es llevada a la Estrella de la Muerte. Las circunstancias hacen que ambos sean testigos de la destrucción del planeta Alderaan.
El hecho resulta un punto pivotal tanto en las lealtades de ambos como la lealtad entre sí, y aunque ambos sobreviven al posterior asalto a la Estrella de la Muerte, Kyrell deserta y se une a la Rebelión, en tanto que Ciena Ree permanece al servicio imperial.
Enfrentados ahora en bandos distintos, el destino los junta en diversas ocasiones, incluyendo la Batalla de Hoth y la de Endor, donde ambos se dan por muertos el uno al otro.
La Batalla de Jakku supone que por fin vuelvan a encontrarse, para eso momento Ciena Ree ha sido promovida a capitán del destructor Inflictor, que ha sido invadido por comandos de élite de la Alianza Rebelde, al mano del Thane Kyrell. El enfrentamiento final entre ambos termina con el Inflictor estrellándose en Jakku, ambos sobreviven al mismo, aunque las circunstancias de su supervivencia no son las más agradables ni románticas. Por otro lado, aunque el Imperio ya no tiene una capacidad ofensiva, permanece ahí para reagruparse (lo que eventualmente vamos a conocer como la Primera Orden).
30 años después Rey pilota su USB voladora frente a lo que queda del Inflictor |
Así es a grandes rasgos la trama de la novela. Claudia Gray profundiza bastante en las motivaciones y las emociones tanto de los protagonistas como de muchos de los personajes secundarios, y ello se refleja predominantemente en la destrucción de Alderaan, pues uno que otro de los secundarios es alderaaniano y varios están a bordo de la Estrella de la Muerte cuando es destruida. Los diversos puntos de vista de los personajes nos dan perspectivas pocas veces vistas en el actual canon o en el difunto Universo Expandido.
Es de destacar por ejemplo, la percepción idealizada que la gente tiene del Imperio (no todos lo ven como un régimen autoritario), y de Palpatine como el héroe viviente de la Galaxia. Esa misma percepción persiste en algunos personajes a pesar de la destrucción de todo un planeta.
Referencias al Universo Star Wars: sí que las hay, después de todo seguimos a la pareja durante los hechos de la Trilogía Original, hacen aparición el Gran Moff Tarkin y Fimus Piett. Darth Vader y Darth Sidious tienen papeles marginales pero bien narrados.
Mace Windu es mencionado como el líder criminal detrás de las Guerras Clones. En tanto que la Alianza Rebelde es vista por muchos como una banda de terroristas y separatistas.
A Luke Skywalker no lo vemos directamente pero sabemos que no todos en la rebelión creen en sus hazañas, uno que otro sin embargo lo idolatra, como el novato Dak, durante la batalla de Hoth (todos sabemos qué pasa con Dak). Otro del que poco sabemos es el General Rieekan, presente en Hoth, y ahora sabemos que también estuvo presente en Jakku.
Otra referencia es la primera aparición (en términos cronológicos), de planetas como D'Qar y Hosnian Prime.
En resumen, esta novela, aunque de corte juvenil, esta bien trabajada y elaborada, a tal grado que cualquier lector adulto la puede hallar entretenida, no encuentro ni un solo punto flojo, creo que Disney cometió un error cuando decidió lanzar los reflectores sobre Aftermath y no sobre Lost Stars.
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