Es un hecho bien conocido que los medios de información se han convertido en meros vendedores sensacionalistas, es bien sabido que en el periodismo actual la noticia ha dejado de ser una herramienta de registro, para convertirse en un producto, así que los editores no escatimarán en adornar su producto para venderlo, sin importar qué tan apegada sea la nota a la realidad, o qué tan fiables son las fuentes de información.
La imparcialidad se ha perdido, y los medios se excusan en lo que llaman "línea editorial" para justificar su mala praxis, es un secreto a voces que los editores suelen recibir "indicaciones" por parte de los entes de poder, para "orientar" su "linea editorial" acorde a sus intereses.
Eso es lo que actualmente está ocurriendo con el gremio médico, pareciera ser que de pronto a todos los medios les ha dado por escrutar la práctica médica en busca de errores, los cuales reproducen de manera amarillenta en sus páginas y en la internet, dando lugar a que la impresionable población ahora coloque a los médicos entre la peor clase de criminales.
Todo ello tiene un fin, divorciar al pueblo de los médicos, fomentar una mala imagen de la profesión, para que el ciudadano gustoso acepte la reforma que el "presidente" Peña Nieto va a dejar caer sobre el sector salud, que ahora la cobertura sea universal para todas las instituciones, pero con un paquete básico estilo Seguro Popular, el cual es muy limitado y en algunos puntos es muy ambiguo. El resto de los servicios, como los de alta especialidad, tendrá que costeárselos el paciente por sus propios medios.
Básicamente una imitación del sistema de salud norteamericano, donde el acceso a los servicios de salud depende del contenido del bolsillo, de hecho es uno de los sistemas más crueles e indiferentes en el mundo, le invito a ver "Sicko", el documental de Michael Moore.
Esta táctica de decir que algo "apesta" para luego privatizarlo a intereses no muy ajenos es habitual en el gobierno: la aplicó con Ferrocarriles Nacionales de México (y hoy no tenemos trenes de pasaje), Telefonos de México (hoy tenemos al hombre más rico del mundo y la misma calidad del servicio), Instituto Federal Electoral (convertido en un débil organismo servil al gobierno), Secretaría de Educacion y Pemex (cuyos tristes resultados están por verse en los próximos años).
Hoy en medio de esa ola de desinformacion mal intencionada, quiero compartir esta columna del Dr. Dr. Sergio M. García-López, titulada "Medicos, el peligroso linchamiento mediático", que apareció en el portal sdpnoticias.com, hace unos días (http://www.sdpnoticias.com/nacional/2015/07/08/medicos-el-peligroso-linchamiento-mediatico)
Un grave linchamiento mediático hacia los médicos protagonistas de errores profesionales de diversa gravedad se ha desatado recientemente en México desde hace más de un año.
Independientemente del origen de dichos errores, sus repercusiones y consecuencias, pareciera que los medios de comunicación están empeñados en elevar su rating a costa de sacrificar a uno de los gremios más indispensables y estratégicos para cualquier pueblo, el de los médicos y el personal de salud. Su intervención está polarizando, peligrosamente, la percepción que la población tenía hace algún tiempo sobre aquellos profesionales que poseen la capacidad de ayudar a restablecer la salud.
Son muy pocos los médicos que ejercen su profesión pensando en dañar consciente o inconscientemente a un enfermo. La formación médica en nuestro país es bastante compleja como para eliminar a aquellos individuos sin verdadera vocación de servicio y/o con incapacidad técnica para la profesión; aún más, a lo largo de la vida laboral de los profesionales de la salud, especialmente los médicos, la capacitación y la supervisión a cargo de órganos colegiados especializados es una relación rutinaria, esencial para otorgar a los enfermos la mejor atención basada en los conocimientos más novedosos y efectivos dirigidos a mantener una población saludable y productiva. Es en esta etapa en que se combinan, en el profesional, el interés académico con un demostrado y genuino afecto hacia sus enfermos.
No dudo que existan médicos en ejercicio que no compartan este proceso emocional, sobre todo ahora que la medicina es una forma más de producto mercantil, pero en la realidad son muy pocos los que se atreven a ejercer sin un interés honesto por ayudar a la población. Por otro lado, cabe decir que elinterés mercantil en el ejercicio de la medicina en México es producto del lento abandono del Gobierno en un aspecto vital y delicado como lo es la administración de la salud del pueblo, función, entre otras, por las que nació la estructura que llamamos Estado. Explicar a detalle el porqué de la mercantilización de los servicios de salud es comparable a comprender las leyes de la oferta y la demanda que gobiernan la venta de cualquier producto. Así de simple.
Pero ya dentro de los intestinos del ejercicio de la medicina, cabe considerar aspectos que mucho determinan la calidad y efectividad de la práctica médica en nuestro país.
De principio, cada profesionista es un hombre solo al momento de ofrecer un consejo o aplicar un método curativo frente a un paciente; nadie más tiene amplia responsabilidad sobre los resultados y complicaciones. En un equipo médico, cada miembro comparte una parte de esta responsabilidad, pero al final, cada uno está solo al momento de tomar decisiones. Este fenómeno es así porque la medicina no es una ciencia exacta, sino un arte, donde la habilidad técnica y la comprensión del problema de salud es una capacidad única y exclusiva de cada profesional, razón por la que es conveniente siempre, someter la resolución de un problema de salud al análisis de más de un experto y/o someter casos a la valoración de un consejo especializado de expertos. Juzgar una determinada decisión médica, frecuentemente esta fuera de un contexto justo de sucesos y acontecimientos que suelen ocurrir en espacios muy breves de tiempo cómo para ser analizados y administrados por más de un profesional. Pese a todo, en muchos hospitales públicos, la recolección de diversas opiniones de profesionales de diversas especialidades médicas por parte de un enfermo se convierte en un tour de mucho tiempo de duración, a veces meses, que suele molestar al paciente y sus familiares y, en muchas ocasiones, compromete seriamente la vida o complica la enfermedad, proceso que está fuera del alcance administrativo de los médicos involucrados.
Otro factor de importancia es la cada vez más común y práctica, no por ello necesaria,despersonalización de los enfermos, consecuencia de la pobre disponibilidad de recursos humanos calificados y de una alta densidad de enfermos en los servicios de salud públicos. Esta despersonalización es práctica, en un sentido administrativo, puesto que reduce el trato con el enfermo a una relación de carácter funcional encaminada a buscar una solución satisfactoria para un determinado problema de salud. No hay más relación o compromiso, puesto que establecer mayor relación consume tiempo laboral que requiere invertirse en otro enfermo. Así los pacientes son sujetos enfermos que esperan un turno para ser atendidos. Nada más. Y esto, motivado por carencias externas al control del médico y el paciente, resulta altamente frustrante, lo que con el tiempo se traduce en indiferencia. En las circunstancias actuales, esta situación abona a incrementar la imagen del médico frio, soberbio e inhumano.
Un tercer aspecto que consideraré en esta entrega es la relación mutua que, en un ambiente de despersonalización, carencias materiales y humanas y oferta mercantil, se origina entre los médicos y sus pacientes. Desde la década de los 90´s y como consecuencia de la integración de México al mercado económico global liderado por los Estados Unidos, la medicina se convirtió en un servicio profesional más, sometido a la ley de la oferta y la demanda. Tuvieron auge, entonces, los grandes complejos hospitalarios privados que se han masificado hoy en día, y los médicos y su colaboradores (enfermeras, técnicos, paramédicos), se convirtieron en obreros al servicio de la industria de la salud.Este "status" ha establecido una marcada diferencia entre enfermos ricos y pobres, y ha convertido a la salud en una condición injusta e íntimamente ligada a la condición socioeconómica de la población, dejando inexistente en la práctica, el concepto de salud como derecho humano. El desprecio del Gobierno a este concepto social en un México capitalista, favorece la atención privada y abandona (aunque los discursos demagógicos sostengan lo contrario) a la mayor parte de la población, que no cuenta con recursos para una atención médica privada más eficiente.
Sumemos a todo esto abusos laborales, carencia de recursos materiales y humanos y salarios injustamente bajos a cambio de la capacidad profesional y la carga de trabajo, y tenemos el ambiente existente en los servicios de salud que vemos en la actualidad.
Lamentablemente, sin embargo, los reclamos, fallas, excusas y antipatías se dirigen a las cabezas visibles de este decadente sistema, los médicos.
Pero tras este análisis no debemos olvidar algo esencial. Los médicos se equivocan porque son humanos. Son tan falibles como cualquier otro profesional, pero sus errores son menos admisibles por el obvio impacto humano.
Pero ante estos "errores", los médicos y las autoridades deben tener mecanismos eficientes y discretos de evaluación y aplicación de sanciones. En parte para eso existe la Comisión Nacional de Arbitraje Médico y los comités de ética en la mayoría de los hospitales. Pero convertir estos asuntos en públicos a través de la prensa, facilita la criminalización del personal sanitario y fomenta una violencia de grandes alcances basada en juicios apresurados y mucha ignorancia. Al momento se tienen noticias de profesionistas médicos que han sido asesinados en aparente venganza por diagnósticos presumiblemente equivocados.
Resulta difícil que hombres y mujeres que han estudiado para salvar vidas y mejorar la salud de la comunidad, expongan su integridad personal, su libertad y su patrimonio por un error dirigido. Aun así, los jueces y los peritos expertos tienen la función de zanjar la cuestión, al margen, esperemos, de la corrupción que ha permeado al sistema judicial mexicano.
Pero al momento, la prensa sensacionalista ha fomentado ataques desproporcionados ante los casos de "errores" médicos conocidos en el país, lo que está incomodando sensiblemente al gremio profesional en la República. Este clima de mutua desconfianza está acumulando tensión social y rencor gremial, dónde los más perjudicados son los enfermos mismos. La atención médica idónea solo se da en el marco de mutua confianza y seguridad.
¿Llegará el momento en que una consulta requiera de firmar por anticipado un contrato mercantil con cláusulas de seguridad?
¿Podrán los médicos y personal sanitario realizar libremente procedimientos u ordenar tratamientos que, como es común, podrían originar efectos incomprensibles e incómodos para los pacientes que se constituyen en demandantes en potencia?
¿Será que, por seguridad, los profesionistas sanitarios evitarán tratar casos que pudiesen arriesgar su integridad personal, patrimonial, social y moral?
Y en los casos de demandas falsas u equivocadas, ¿habrá sanción alguna para los demandantes y sus abogados con obligación de disculpa pública para el agraviado?
En este clima de sensacionalismo mediático al puro estilo de la peruana Laura Bozzo, y ante unas autoridades mudas e inoperantes ante la solución real de la problemática del Sistema de Salud en el país, el linchamiento mediático de los médicos se convierte en un ingrediente peligrosísimo para la atención de una sociedad enferma y, en su mayoría, suficientemente pobre y alejada de la costosa industria privada de la salud.
Dr. Sergio M. García-López
Médico, Periodista especializado en Análisis de Sistemas de Salud
sergio.garcialopez@live.com.mx, @sergio_untradio, www.sergiogarcialopez.com
Privatizar el servicio de hecho a nosotros los médicos no nos perjudica, hasta puede beneficiarnos: trabajar para una empresa más amigable en vez de una indiferente institución, mas recursos materiales, tecnológicos, y académicos disponibles para nuestra práctica, un salario mucho más sustancial, mayores ingresos derivados de la mayor cantidad de "clientes" privados, horarios de trabajo mas cómodos, sin la carga laboral institucional y un largo etcétera... el perjudicado aquí es el ciudadano de a pie, ese que hoy influenciado por los medios sataniza a la profesión, y para ello, quiero cerrar con un estado de Facebook que anduvo circulando, este es muy directo y agresivo, y en muchos aspectos, concuerdo con su contenido:
"A veces quisiera que el IMSS nunca se acabara, pero luego escucho cada comentario de tantas personas inconformes con la vida y recapacito, ojalá que el sistema de salud colapse, que pronto la salud se privatice, que mañana a cada uno de ustedes les cueste cada peso que gasten en atención médica y aprendan a valorar lo que reciben por beneficencia, porque acaso no es suficiente que por la "impresionante" suma que aportan (de la cual solo un pequeño porcentaje le corresponde al Instituto) se les otorgue el medicamento mensual para la hipertensión de papá, el de diabetes para mamá, la cesárea de la esposa, la cirugía de apéndice del hijo y además, la incapacidad que seguramente exigieron porque con un resfriado no pueden presentarse a laborar.
Pero que bueno que el sistema de salud se les acaba, y el día que estén esperando su consulta afuera de la farmacia similar, o consiguiendo el dinero para pagar la cirugía de urgencia de un familiar, espero que ese día se acuerden de lo que dejaron perder, porque movidos por el odio que día con día es sembrado por los medios masivos y la ignorancia, han perdido la memoria y han tachado de criminales a las únicas personas que han hecho a un lado su familia y su salud para dedicarle su vida al servicio. Yo no se de que nos quejamos, si en verdad tenemos y tendremos lo que nos merecemos"
no solo a los medicos se les ataca desde los grandes medios de comunicacion, tambien a los maestros, no solo a los subversivos de la CNTE, sino que tambien tienen dociles al sindicato mas apegado al gobierno, por medio del terror y el miedo; la estrategia: estan atacando estos sectores valiosos para el pueblo; sin salud ni educacion, el pueblo no puede rebelarse contra el regimen, y ellos lo saben.
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