Para toda la banda que gusta del gothic y demas subgéneros relacionados, el pasado 8 de mayo la banda noruego-española Sirenia sacó a la luz su más nuevo trabajo: The Seventh Life Path.
No he escuchado mucho de Sirenia en el pasado, no estoy muy habituado al estilo que manejan, además muchas de sus canciones me parecen muy largas y llenas de muchos lugares comunes, pero hay otras tantas que están entre las mejores que he escuchado. La agrupación es comandada por Morten Veland, cantante y musico prinicipal, junto al guitarrista Jan Erik Soltvedt, ambos noruegos, el baterista chileno Jonathan Pérez, y la cantante española Pilar Giménez García, más conocida como Aylin.
Aun estoy en proceso de conocer la temática del disco, puesto que no conozco completamente las letras, además de que por alguna razón, a Veland no le da por publicar las letras de los coros que habitualmente acompañan a las melodías, mismos que suelen venir en latin la mayoría de las veces, y eso limita la experiencia de quien escucha. Asi que en esta ocasion estoy en desventaja a la hora de analizar el disco.
Luego de este tradicional formalismo de presentacion, entremos de lleno al trabajo.
TRACKLIST
1.-
Seti, 2:05
2.-
Serpent, 6:31
3.-
Once My Light, 7:20
4.-
Elixir, 5:45
5.-
Sons of the North, 8:15
6.-
Eärendel, 6:13
7.-
Concealed Disdain, 6:10
8.-
Insania, 6:39
9.-
Contemptous Quitus, 6:29
10.-
The Silver Eye, 7:29
11.-
Tragediene, 4:54
12.-
Tragica (Tragedienne Spanish Version – Bonus Track), 4:54
El material abre con Seti, una melodía de apenas
dos minutos de duración, en la que no hay vocales sino coros, por lo que
algunos la considerarían como instrumental, dichos coros masculinos y femeninos
toman un tinte bastante épico, y adivino que esta rola tiene una inspiración
egipcia, evidentemente por el nombre, sin embargo de momento no conozco la
letra de la canción.
La siguiente canción es Serpent, esta rola me
conquistó desde que la escuché en los samples promocionales, inicia con una voz
electrónicamente modificada para sonar como un bebé, y da paso a Aylin haciendo
un maravilloso trabajo armónico, sin embargo, es Morten Veland quien se hace
cargo de buena parte de la canción usando su tradicional sonido gutural,
acompañándose de coros masculinos de fondo, los poderosos riffs de la guitarra
y la dureza de la batería complementan perfectamente este track de claros
tintes góticos, se trata de una rola que mantiene el listón en alto en toda su
duración.
En el tercer sitio viene Once My Light, la balada (aunque
no lo parece en realidad) que ha sido usada como single promocional, no sé qué
está pasando con las bandas del género últimamente, pero les da por sacar como
primer sencillo la canción más débil que contenga el álbum, y así es como siento
a esta melodía, ha generado opiniones encontradas entre los fanáticos, sin
embargo la versión del disco es notablemente más larga, poco más de siete
minutos, en los cuales se agregan numerosos instrumentos y sonidos, aun así
percibo el que siempre ha sido uno de mis contras con cualquier rola: la
monotonía, siento poca variedad en esta canción.
Elixir viene en el cuarto puesto, con un gran
inicio, me gustan los efectos que se han superpuesto a los riffs y al teclado,
las voces masculinas limpias en cierta armonía hacen un gran contraste al alternarse
con los coros y la voz gutural marca Veland, la rola es muy dinámica y posee
bastantes elementos electrónicos, Aylin aparece muy al margen, pero aun así
esta canción es sobresaliente.
Pasamos entonces a Sons of the North, la melodía
más larga en este disco, con 8 minutos y medio de longitud, el inicio es lento
y algo gregoriano, para dar paso a una rola con una dinámica moderada, los
coros están bien logrados, que aquí enmarcan la “técnica milenaria” de la bella
y la bestia: el gutural Veland lleva la batuta y se alterna con la candorosa
Aylin en los estribillos, salvo unos puentes donde predomina el discurso
hablado, en el segundo de ellos me encantaron los sonidos de fondo hechos por
el teclado.
Vamos con Eärendel, rola posiblemente inspirada en este nombre propio de algunas mitologías nórdico-germanas, incorporado a algunos poemas medievales y que luego Tolkien usara para uno de sus personajes del legendarium de El Señor de los Anillos, en todos los casos puede tratarse del nombre de la estrella de la mañana, tiene un inicio bastante heavy, y en la
primera porción de la melodía volvemos a tener la técnica de la bella y la
bestia, aunque las alternancias son muy abruptas. En la segunda mitad encontramos
interrupciones para dar paso a segmentos con instrumentos acústicos y de viento.
Concealed Disdain es la siguiente melodía, muy
dinámica y llena de muchos elementos producidos por el teclado, sin embargo,
esta es una de esas rolas que poco me ha llamado la atención, la siento
monótona en toda su extensión. Seguiremos entonces con Insania, clara
referencia al caos y la locura, esta posee elementos heavy bien trabajados, y
precisamente esa locura se manifiesta con un Morten Veland y su estilo de
cantar llevado a gran velocidad, alternando estribillos de lenta cadencia con
Aylin Giménez, de modo que aunque también se percibe cierta monotonía, ésta no
pesa tanto.
La novena en la lista es Contemptous Quitus (o quietus, no sé), apenas
la segunda rola donde la responsabilidad de las vocales recae mayoritariamente
en Aylin, un extraño puente con sonidos vocales da paso a Morten y los
guturales, tomando una dirección distinta, aunque poco después Aylin retoma los
estribillos del principio. Por ahora esta canción no me atrae, pero a ver cómo
se desempeña luego de varias escuchas.
Sigue The Silver Eye, de siete minutos y medio de duración, cuyo
inicio es puramente heavy, sin embargo me encanta el trabajo de Aylin en esta rola,
que por cierto, es la única donde comparte líneas con Veland, aunque muy
escasas, los coros hechos por Aylin son bastante pegajosos, y los sonidos
hechos con el teclado en ciertos momentos me agradan también sobremanera,
aunque vuelvo a insistir, su larga duración perjudica un poco la percepción que
logro de la canción.
Personalmente yo habría elegido esta rola como el
final del disco, y no a Tragedienne, que es la canción que sigue, una balada de
“apenas” cinco minutos, contra los 6-7 minutos promedio de los demás tracks, es
una melodía lenta dominada por el teclado y Aylin a las vocales, Veland no se
hace presente. No me gusta por el solo hecho de ser balada, me aburren tales
rolas, y no se diga más. Cierre poco recomendable para gusto de algunos dementes
como el que esto escribe, esta melodía quizá habría funcionado a mitad del
disco como un punto de quiebre o giro temático, pero no como colofón.
Por último, algunas ediciones especiales traen
consigo un bonus track: Trágica, que no es más que la versión en español de
Tragedienne, y si bien lo más lógico es que tampoco me va a gustar, aún estoy
pendiente de escucharla para completar la experiencia.
Bueno, termina así este trabajo, Sirenia se apega al guión, no experimenta, no especula, sin embargo este hecho aunado a la excesiva longitud de muchas de sus canciones las hace sonar monótonas y uno puede aburrirse con facilidad, se percibe cierto esfuerzo creativo en algunos puntos. Tres o cuatro rolas rescatables que un servidor anexará a su acervo, pero no más.
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