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sábado, 6 de enero de 2018

Claudia Gray - LEIA. PRINCESS OF ALDERAAN. Reseña

Ha arrancado 2018, y todavía seguimos con el tirón mediático de la polémica The Last Jedi, y recordando lo de los 5.2 libros al año promedio (según las encuestas mexicanas, porque las internacionales nos colocan en 2), decidí leer este libro, que de hecho es para mí el segundo libro del año (y apenas llevamos una semana).

Claudia Gray es de lo mejorcito que ha arribado al Nuevo Canon de Star Wars. Sus otros dos trabajos en este universo son Lost Stars, del que anteriormente hice una reseña aquí, y Bloodlines. Ambos libros presentan una excelente calidad y estructura narrativa, y además Gray no se tienta el corazón para traer personajes clásicos o queridos por los fans, desconozco si a ella en particular le estén dando más libertad creativa que a otros escritores de libros y cómics, pero lo cierto es que por el momento todos los demás parecen tener la orden de no tocar muchas cosas y personajes de la franquicia.

Leia. Princess of Alderaan salió a la venta el mes pasado en México, apenas unas semanas después que en Estados Unidos, de la mano de Editorial Planeta, que por ahora es la que tiene los derechos en México para los libros de SW. La trama nos lleva a conocer a una joven Leia Organa, de 16 años de edad (por lo tanto, en términos cronológicos nos ubicamos en el año 3 ABY), observamos algunas de sus peripecias, sus ritos de paso en la Familia Real de Alderaan, sus inicios en el Senado Galáctico, algun romance por ahí, entre otras cosas.

Si bien el marco de la trama son los ritos por los cuales Leia reclama el derecho a la corona, el atractivo principal de la obra es el hecho de que conocemos a la Princesa antes de ser la heroína de la Rebelión, aquí conoceremos un poco de cómo Leia se va integrando poco a poco, a los planes de Bail Organa, a pesar del propio Bail, destaca también que Leia sabe desde el principio que es adoptada, aunque desconoce quiénes son sus padres biológicos.

Gray sabe desarrollar a sus personajes. Leia pasa por ser una jovencita ingenua, con muchas inseguridades propias de la edad, pero también tiene ese ímpetu de juventud, están ahí de manera muy sutil esos rasgos de autoridad que luego le veremos expresar claramente en las películas. Se agradece el arco argumental.

Como siempre, una novela de Star Wars no puede estar completa sin las referencias y cameos de otros personajes, y Claudia Gray tiene a bien no traer personajes de manera innecesaria o sin darles algún papel significativo. Destaca desde luego, la recién llegada Amilyn Holdo (a.k.a. Katy Perry, a.k.a. Ramona Flowers), a quien pinta como una jovencita excéntrica que comparte algunos deberes con Leia, sus excentricidades, además de las de vestimenta, incluyen su manera de expresarse, en ocasiones muy taciturna o en metáforas, y su gusto por las emociones fuertes, de hecho me recuerda a la Luna Lovegood de Harry Potter.
Obviamente no pueden faltar Bail y Breha Organa, a quienes Gray les ha sabido impregnar el amor filial hacia Leia, además por fin se le hace algo de justicia a la Reina Breha Organa, quien al momento había sido poco más que un personaje incidental, aquí le conoceremos un poco de su carácter y algunas cosillas interesantes relativas a sus propias pruebas de iniciación.

Otra que necesariamente debíamos de tener al presenciar los días tempranos de la rebelión, es a Mon Mothma, quien aquí claramente demuestra porqué fue una de las mayores mentoras de Leia, al punto de ser su principal apoyo para integrarse en la causa Rebelde.

Directo del Episodio I llega Quarsh Panaka, a quien Claudia Gray convierte ahora en un Moff Imperial, Panaka ha sido fiel a Palpy todos estos años, no obstante, Panaka es una luz en medio de tanta oscuridad, pues a pesar de ser un oficial Imperial, se le tiene por ser honorable y de buen corazón. Leia lo conocerá en una misión a Naboo, y de inmediato causa una extraña impresión en Panaka, éste claramente reconoce algo muy familiar en la Princesa de Alderaan.

En cuanto a referencias a hechos y lugares de otros productos de la saga, podemos hacer mención de Rogue One, a través del planeta Wobani, aquí conoceremos un poco de su tragedia, y cómo es que acabó convirtiéndose en un mundo prisión, del que Jyn Erso escaparía 3 años después de los hechos narrados en este libro.

La serie de 3D The Clone Wars es referenciada brevemente, cuando se hagan remembranzas de aquella vez que Bail Organa fue secuestrado junto con otros senadores por cierto cazarrecompensas azul.

Y desde luego, la nueva trilogía no puede faltar, siendo a través de la propia Holdo, pero también cuando se nos lleve al planeta Crait, se señaló en TLJ que Crait fue una base de los primeros días de la Rebelión, y aquí veremos algo de eso.

Relativo al planeta, tengo que decir que este libro es mucho mejor que el cómic Storms of Crait, recién salido también, que según la propaganda Disney, era el que nos iba a desvelar muchos secretos de dicho planeta. La realidad es que ese cómic es por completo irrelevante, no aporta nada, sólo vemos que los rebeldes llegan a Crait, combaten a unos stormtroopers (incluyendo al que usa un lightsaber verde), y se van del planeta, es decir, al final es puro status quo. En el libro sí que veremos algo de Crait como base rebelde. Francamente no entiendo las estrategias publicitarias de Disney/Lucasfilm, que a menudo nos venden bombas de humo, mientras que a los buenos productos no se les hace promoción.

También Gray hace referencia a Lost Stars y Bloodlines, sus dos trabajos previos en Star Wars, pero son sutiles, y sólo aquellos que hayan leído estos otros libros (como es mi caso), las captarán.

En resumen, se trata de una lectura necesaria para todos los fanáticos de SW, obligatoria para los fans de Leia, e incluso para aquellos que encuentren interesante a la Vice Almirante Holdo. Excelente material, Claudia Gray es ya un sinónimo de calidad en los libros de Star Wars, sabe transmitir las emociones y sentimientos de los personajes, a diferencia de otros (cof, cof, Chuck Wendig, cof, cof, cómo lo odio).

domingo, 13 de diciembre de 2015

La delegación alderaaniana perdida del Episodio I

Es bien sabido que para hacer que una película funcione deben hacerse algunos sacrificios, y eso a menudo incluye desechar escenas ya rodadas y hasta terminadas en la post-producción, que al final pueden resultar innecesarias o estorbosas, si bien es un arma de doble filo, y escenas que se eliminaron han sido bien acogidas por los espectadores, ambos extremos de la moneda han aplicado para la querida saga espacial de George Lucas.

Una de esas escenas perdidas y que ahora ha salido a la luz es la de la Delegación de Alderaan en Star Wars Episodio I: La Amenaza Fantasma, y es que cuando la Reina Amidala se presenta en el Senado Galáctico para exponer sus puntos, el único planeta que se pone en su favor es Alderaan, que como todos sabemos, termina siendo destruido por la primera Estrella de la Muerte en 1977.

Para 1999 se filmó dicha escena donde se nos presentaba por primera vez al Senador Bail Organa, en este caso interpretado por William Dunbar, lo acompaña una especie de delegado o asesor: Agrippa Aldrete, humano alderaaniano que antiguamente era Senador, pero luego habría sido sucedido por Organa, que además de Senador es Príncipe de Alderaan. El nombre de este personaje viene del latin, era un nombre común en el Imperio Romano (Herodes Agripa, por ejemplo), y Aldrete es de hecho un apellido frecuente en el idioma español.
Bail Organa
Agrippa Aldrete
Un segundo asistente viste con túnicas moradas, y no ha sido identificado, además la delegación la completa una diplomática de nombre Liana Merian, que nos demuestra que el peinado de queso danés llevaba mucho tiempo a la vanguardia de la moda en Alderaan: es una variante del clásico peinado de la Princesa Leia unos 32 años despues, segun la cronologìa del Universo Star Wars.
Liana Merian
En la escena, Bail Organa escucha la moción de Amidala, proponiendo el Voto de No Confianza en la capacidad del Canciller Finis Valorum, de pronto Organa se consulta algo con Aldrete, éste asiente con la cabeza, y finalmente Bail Organa toma la palabra para apoyar la propuesta.

A ultimo momento, a Dunbar, inglés de nacimiento, se le pidió que hiciera sus líneas con acento americano, lo que le valió unas palabras de elogio de su amigo Liam Neeson (Qui-Gon Jinn) "el peor acento americano que he escuchado"


Sin embargo, dichas escenas no llegaron a la película en cines, ni en el DVD, no se sabe bien porqué, la idea era tenerlo en el resto de la trilogía de precuelas, sin embargo, para el Episodio II Jimmy Smiths fue quien tomó el papel de Bail Organa, mientras que el Bail Organa de William Dunbar fue entonces convertido a "Bail Antilles".

Un remanente de esa escena se percibe en la película cuando se menciona que los candidatos al puesto vacante de Canciller son Bail Antilles de Alderaan, y Ainlee Teem, de Malastare. Palpatine figuraba como un tercer contendiente a quien no pocos veían posibilidades, debido a ser de Naboo, y porque se mantenía alejado de las facciones de poder en el Senado, pero eso se narra en otra fuente del Universo Expandido de Star Wars.