El día de ayer fui a ver la nueva película del legendarium del Profesor Juan Ronaldo Raúl, bajo la égida de Pedro Jackson, me sorprendió que, dado que en mis círculos sociales hay muchos fanáticos de las películas y otro poco de estudiosos de los libros, prácticamente nadie fue a ver este fin de semana The War of the Rohirrim (que a partir de aquí abreviaré TWOTR por la hueva de teclear) y de hecho en mi triste caso fui el único en la sala ayer.
Normalmente no suelo subir aquí reseñas de las películas que veo, pues no me considero ni de lejos conocedor de la materia, para eso hay de sobra críticos en internet, especialmente de esos mamadores insufribles que juzgan el cine palomero con las reglas del cine de arte.
No obstante, sentí la necesidad de escribir al respecto, puesto que TWOTR no es cine de autor ni mucho menos, no viene para llevarse los 11 Óscares que se jambó El Retorno del Rey, y ni siquiera viene a darnos escenas épicas como la monumental batalla de Minas Tirith o la muerte de un estoico Boromir atravesado por un buen número de flechas. Pero definitivamente sí merece ser vista en cines.
TWOTR, aunque ambientada en el mundo de las películas de Peter Jackson, es mucho más humilde: nos cuenta una historia que en los Apéndices de El Señor de los Anillos apenas si ocupa un par de páginas, en las cuales hay muy pocos de esos elementos que hicieron grande a la obra de Tolkien. Es la historia de Helm Mano de Martillo, uno de los antiguos reyes de Rohan, y por el cual la fortaleza conocida como el Abismo de Helm lleva tal nombre.
Hay que decir que este filme existe fundamentalmente para que Warner siga conservando los derechos cinematográficos de El Señor de los Anillos, derechos sobre los que seguramente Amazon tiene la vista puesta, y que ya nos ha demostrado que no le tiene el mínimo respeto al legado de J.R.R. Tolkien con su mojón de serie. La película fue anunciada casi al mismo tiempo que la serie esa.
Para entrar de lleno a la reseña, primero debemos entender la historia de fondo: Helm Hammerhand fue el octavo Rey de Rohan, su apelativo se debe a su fuerza sobrehumana, era capaz de matar gente a puñetazo limpio, algo que queda demostrado cuando uno de sus vasallos, de nombre Freca, solicita para su hijo Wulf la mano de la hija de Helm en matrimonio, cosa que Helm no aprueba y ocurre un duelo que termina con Freca muerto por el puño de Helm.
Wulf jura venganza y al cabo de cuatro años logra saquear buena parte de Rohan, obligando a Helm y su pueblo a retirarse a una vieja fortaleza en un fuerte conocido como Cuernavilla, aquí Wulf sitia a Helm durante un duro invierno, en el que un Helm en modo bestia empieza a acechar y matar uno a uno a los hombres de Wulf a mano limpia.
Finalmente Helm muere defendiendo Cuernavilla con sus puños como única arma, pero las tropas de Wulf no resultan victoriosas pues Fréalaf, sobrino de Helm, aparece con sus tropas y rompe el sitio, heredando el trono.
Cuernavilla pasa entonces a ser conocido como el Abismo de Helm, donde 260 años después veremos a las tropas de orcos acechar al Rey Theoden, durante los eventos narrados en Las Dos Torres.
Ahora sí, vayamos a la película, se trata de un filme anime dirigido por Kenji Kamiyama, aunque producido por Jackson y teniendo en la escritura a Philippa Boyens, quien estuvo a cargo de las seis películas previas. La animación corrió a cargo del estudio japonés Sola Entertainment.
El apartado visual y de la animación, aunque muy bello, no es particularmente sobresaliente, podemos decir que cumple a cabalidad, aunque por ahí hay algunas secuencias donde se nota claramente el uso de gráficos 3D en planos claramente bidimensionales que simplemente no encajan entre sí.
Pero en general el estudio hizo un buen trabajo, a destacar el esfuerzo en replicar escenarios de las películas, como el castillo de oro de Meduseld, en Édoras, capital de Rohan:
Otro apartado digno de mención, y al que tal vez le dedique una entrada en este blog en próximos días, es a la banda sonora, la cual fue compuesta por un tal Stephen Gallagher del que no sé nada en absoluto. Sin embargo, la música es bastante disfrutable, se siente con la épica que marcó el compositor Howard Shore en las dos trilogías; de hecho, una de las cosas que valen la experiencia de ver TWOTR en cines es volver a escuchar el tema musical de Rohan, uno de los mejores leitmotivs de la historia, y que siempre le pega a mi escasa veta sensible. Escuchar esa bella melodía en una sala, o en vivo con una orquesta sinfónica, son dos experiencias que he tenido la oportunidad de disfrutar y que recomiendo ampliamente.
Tocante a la trama, que es el plato fuerte en todas las reseñas que están saliendo en estos días, he de decir que iba con las expectativas más bajas posibles: pues si bien ya se sabía que la protagonista sería la hija de Helm, que en el libro no tiene nombre, pero que aquí bautizaron como Hera, los trailers daban a entender que sería una película woke, en la que Hera iba a ser otra de esas insufribles protagonistas femeninas fuertes, una Mary Sue en toda regla, cosas que sumadas al desagradable antecedente que tenemos con la Warrior Galadrriel de los payasos de Amazon, hicieron que el desencanto se apoderara de mí.
Pero oh sorpresa, pues si bien hay algunas trazas de Mary Sue en Hera, no se siente como una protagonista forzada: hay (más o menos) un arco de evolución del personaje, es empática, tiene un diseño atractivo, tiene valores, y no anda por ahí con actitud de Karen; aunque como dije, hay algunas reminiscencias de Mary Sue: de pronto Hera es la que toma muchas decisiones importantes o descubre elementos de la trama que lógicamente le corresponderían a otros personajes con mayor experiencia o peso en la historia.
El que se lleva todas las palmas es Helm, puede decirse que la película le hace justicia al personaje, prácticamente todos los eventos que Tolkien narra sobre Helm están ahí en el filme, y si bien sólo he visto la película doblada, hay muy buenas reseñas sobre el desempeño de su actor de voz original, Brian Cox, que se luce con un personaje que muestra un amplio rango de emociones que van desde la soberbia hasta la desesperación. Sumémosle que lo vemos repartiendo muerte a diestra y siniestra con sus puras manos en una escena por demás apoteósica.
TWOTR es respetuosa con el material original de donde proviene, pero al igual que pasó con la trilogía de El Señor de los Anillos, se toma algunas libertades creativas, pues aparte de inventarse todo lo de Hera, cambian algunos detalles de los hijos de Helm (Haleth y Hama), y del destino final de Wulf, aunque estos cambios son relativamente menores y en algunos casos contribuyen a darle profundidad a los personajes. Sólo echo en cara que Wulf en general es muy plano, muchas veces simplemente se comporta como el malo, malote de turno.
Tal vez sea injusta la comparación, pero como dije, TWOTR es una película que respeta el lore, no como esa costosa serie infumable del par de payasos lamecolas de Amazon, sí, les hablo a ustedes, McKay y Paine (Dolorr!!!!) ¿era tan difícil mantenerse fiel a los libros? ¿de verdad era necesario inventarse cosas que directamente contradicen a la obra original? ¿Se requerían diálogos pedantes que suenan a un mal Shakespeare?
Porque si algo nos demuestra TWOTR es que se puede partir de apenas unos párrafos y expandirlos en una película de 2 horas conservando la esencia. TWOTR respeta el cánon mientras expande el lore de su propia invención sin entrar en conflicto. La serie de los payasos pseudo-wokes de Amazon también se origina en unos cuantos párrafos de los Apéndices, y sin embargo nos dieron un par de temporadas que nunca debieron salir del vomitorio que tienen los showrunners en lugar de cerebro. A ustedes les sigo deseando que les reviente una hemorroide cada que respiren.
Otros puntos positivos que le encuentro al filme son las conexiones a las propias películas y personajes de las trilogías de Peter Jackson, concretamente aplaudo el cameo de Sir Christopher Lee como Saruman el Blanco, esto gracias al uso de algunas grabaciones de archivo, pues como muchos sabrán, el extraordinario Christopher Lee tomó el barco a Valinor hace nueve años.
Antes de que algunos lo califiquen de fanservice, hay que decir que la aparición del Mago Blanco está descrita en los mismos apéndices del Señor de los Anillos, ahí Tolkien nos dice que cuando Frealaf se convierte en Rey de Rohan, le da a Saruman las llaves de la Torre de Orthanc (Isengard), para servir como un guardián aliado tanto de Rohan como de Gondor, aunque como todos sabemos, los traicionará dos siglos después.
Lo que sí me parece fanservice injustificado fue la aparición de ciertas ruedas metálicas para los dedos, que poco o nada tienen que ver con esta historia, la aparición de la cosa del pantano que se comía a los enanos de Moria, pero que aquí se come un olifante completito (que tampoco tiene razón de ser), o la referencia a cierto mago gris de cuyos nombres no quiero acordarme.
Yo en lo particular pensé en volver a leer los Apéndices para no ir en blanco a ver la película; afortunadamente no lo hice por diversos motivos, de haberlo hecho posiblemente ahorita estaría escribiendo aquí puras cosas negativas, creo que fui capaz de disfrutar TWORT gracias a que acudí en blanco, y me fue grato recordar todo ese material que leí mucho tiempo atrás. Poder decir en tu mente "ah es cierto, así pasaba en los libros" es algo que no tiene precio.
En los puntos flacos, es imposible no darse cuenta que se repiten algunos patrones de los filmes: concretamente la relación del Rey de Rohan con su sobrino al que destierra, pero que luego es rescatado por éste en el Abismo, es algo que ya se vio en Las Dos Torres, hay algunos otros "préstamos" descarados a las películas de Jackson en forma de diálogos, ciertos planos, subtramas y hasta los mismos deus ex machina. Algunos podrán clasificar a este film como carente de originalidad por esos detalles.
Quiero mencionar que mucha gente se dejó llevar por el tráiler, pero todo lo que se dice en él está fuera de contexto, no sé si considerarlo un error de marketing por parte de Warner Brothers, o si fue una arriesgada estrategia: ya que si nos hubieran dado un tráiler centrado en Helm, y luego hubiéramos visto que la película se centra en la hija, estaríamos ahorita todos haciendo berrinche en redes y desatando otra batalla de la guerra cultural.
Pero al hacer que vayamos con las expectativas bajas, nos sorprenden con una película decente y respetuosa. De ser cierto que esta estrategia publicitaria fue intencionada, fue un arma de doble filo, porque enajenó a muchos espectadores casuales, y quizá solamente la publicidad de boca en boca pueda levantar un poquito los números en la taquilla.
Sin embargo según parece, la película no será el éxito que se esperaría: por un lado aún pesa fuertemente el prejuicio que mucha gente tiene sobre los dibujos animados y sobre el anime, lo cual hace que muchos no quieran darle una oportunidad; por otro lado, no hay muchos fanáticos de Tolkien entre los amantes del anime, así que tampoco luce probable que la película sea vista por un buen número de otakus que no se bañan.
Aun así, con sus puntos flacos, recomiendo ver la película en cines.
Yo por mi parte, ya libre de muchos compromisos y tramitología que he tenido en estas últimas semanas, volveré a sumergirme en el maravilloso mundo del Profesor de Oxford con estas dos joyas:
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