En mis andanzas por la ciudad de Monterrey, a.k.a. la ciudad del amor entre primos, encontré los restos de otrora una bella aeronave que surcó los cielos de Europa y México.
Yace abandonado en la plaza comercial Lincoln, sobre la avenida del mismo nombre, cerca del área de Cumbres, ahí lo que queda del aparato, un DC-9-15, se pudre entre basura, restos de madera y grafittis de la malandrada.
El número de serie de este avión es el 45719. Voló por primera vez el 16 de diciembre de 1965 y fue entregado en abril del año siguiente a KLM, la aerolínea holandesa, que lo matriculó como PH-DNB y lo bautizó como "City of Brussels". La empresa lo usó en su red de rutas europeas, si bien el avión fue rentado brevemente a Cyprus Airways a finales de 1975, aunque el avión parece que siguió con los mismos colores de KLM, y conservó su matrícula.
Cabe mencionar que durante su estancia en Holanda, el avión pasó por la transición de cortes de pintura de KLM:
En abril de 1982 la aeronave pasó a British Midland, o BMI, aerolínea del Reino Unido, que igualmente le dio cabida en sus rutas de corto alcance en Europa, aquí su matrícula fue G-BMAG, y su nombre era "The Nassau Diamond". Al igual que pasó en KLM, al 45719 le tocó vestirse doblemente, pues BMI también pasó por un cambio de imagen en sus aviones:
1995, ya con 30 años de edad, el avión pasó a manos presuntamente colombianas: aparece registrado con Intercontinental de Aviación, si bien portó la matrícula mexicana XA-SXT, no he encontrado evidencia gráfica de si realmente el avión estuvo bajo los colores colombianos, pues ese mismo año, y en cosa de menos de un mes, el avión apareció con TAESA, Transportes Aéreos Ejecutivos, S.A., donde prestaría servicio con la misma matrícula.
Ignoro si había alguna clase de acuerdo de arrendamiento entre Intercontinental y TAESA, lo cierto es que la historia de las aerolíneas colombianas tiene muchas manchas, y por su parte TAESA no es bien recordada en el medio aeronáutico mexicano, su historia, que fue de un meteórico ascenso a una caída estrepitosa hacia la infamia, es digna de ser contada en un post aparte.
Pero bueno, en 2000 TAESA se fue al diablo al igual que buena parte de su flota. El DC-9-15 n/s 45719 fue uno de los muchos aviones de la desaparecida aerolínea que por su edad (34 años) no resultaba atractivo ya en el mercado de segunda mano. Al parecer fue abandonado en Toluca, con sus alas, estabilizadores y cola desmontados y amontonados junto al fuselaje.
Un guerrero yacía en pedazos.
Luego al parecer hace 4 o 5 años, el avión y sus partes fue trasladado a Monterrey, al centro comercial Plaza Lincoln, y depositado en una esquina del estacionamiento, creo que había planes para convertirlo en algún negocio, o inclusive colocarlo simplemente como ornato, pero nunca ocurrió.
El avión sigue ahí expuesto a los embates de la naturaleza y de los delincuentes, como bien evidencian las imágenes de su servilleta.
el avión reposa entre madera, suciedad y escombro, con el pulcro mall haciendo un inusual contraste, y el estoico cerro de las mitras como mudo testigo |
los datos de identidad de la aeronave aún son visibles en una placa en un panel detrás de la cabina |
Increíble imaginar cuántas personas subieron y viajaron aquí |
aún hay restos del plano vertical en los que se adivina el logo de TAESA |
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