Powered By Blogger

jueves, 20 de mayo de 2021

Este 6 de junio no hay ganadores, solo un perdedor: México

"Jamás verás a la clase trabajadora saliendo a protestar a las calles porque el PIB disminuyó 0.5%"
No se a quien se lo oí... pero se lo oí. No tengo pruebas pero tampoco dudas.


Este 6 de junio será un parteaguas en la historia de este país. Para mal. Para citar a Kodos (o era Kang, no me acuerdo, ambos son iguales), no importa por cual de los dos bandos voten, el país está condenado, bien condenado.

Llegamos al 6 de junio con un país dividido por el odio, sembrado desde el Gobierno y los adversarios. 
Que lejanos se ven aquellos tiempos dónde hablar de política era mofarse por igual del gobernante en turno. Hoy la polarización llega a todas partes. 
En la casa mexicana promedio ya no es posible hablar de grilla durante la cena, las pasiones se encienden y como mínimo acaba en una serie de insultos entre familiares, cuando no deviene en violencia. Así de dividido está el país.

Por un lado está la coalicion de partidos de la oposición, carentes de ideas, pero sí repletos de los antiguos vicios que 70 años del PRI y 12 del PAN acumulan a sus espaldas. No sabiendo cómo enfrentar al monstruo descomunal en el que se convirtió el hombre-partido-congreso-dictador, llamado AMLO/Morena, decidieron ir en alianza para quitarle la mayoría en las cámaras de representantes locales y federales, además de gubernaturas en algunos estados importantes. Hace años dejaron de tener contacto con el pueblo, el de a pie, y la bofetada que recibieron en 2018 fue tal, que aún no les cae el 20.

Y no traen propuestas, su único interés es recuperar el poder, igual les da treparse a cualquier causa legítima que cuestione al gobierno: de repente se hicieron feministas, progresistas, o se rasgaron las vestiduras por el accidente negligente de la línea 12 del metro. La cosa es recuperar lo perdido.

Ojalá que en aquellos lugares donde ganen, entiendan que el pueblo les da otra oportunidad, cosa que realmente dudo, será volver a las viejas mañas, a los viejos vicios de los que tanto nos hemos hartado.

México pierde con la Alianza Opositora.

Del otro lado no pintan mal las rancheras, de hecho, son mucho peores. El partido actualmente en el poder, Morena, cuyo líder rápidamente traicionó sus supuestos principios y hoy quiere acumular en su figura todo, absolutamente todo el poder del Estado. Solo le falta decir aquella infame frase de Luis XIV de Francia.
Se trata del partido que se cree dueño de la única verdad, creen en Morena que el presidente y líder de facto del partido es el conducto de la voluntad del pueblo (a alguien le suena familiar el término "Juche" acuñado en Corea del Norte?), es más, López Obrador es ya el referente moral de todo: lo que a él le parezca correcto, lo es para el pueblo, y quien no piense como el líder, es un hereje, corrupto, cómplice de la corrupción, neoliberal, y demás vituperios llenos de odio que se le ocurran al presidente-protodictador, bien podríamos hacer una larga lista de todos los que ya se le han ocurrido.

Dice el protodictador que cuando la justicia y la ley chocan, por ejemplo, que debe prevalecer la justicia, siendo que en realidad el concepto de "justicia" puede llegar a ser subjetivo: lo que a mí me parece justo, a mi contrincante no

A mí por ejemplo, me parece injusto el precio que pago por el internet, pues el servicio de atención a clientes es deficiente cada que tengo fallas. ¿Quiere decir que no tengo porqué pagarle a la compañía, bajo el principio de "justicia"? No. Firmé un contrato con ellos, donde se estipularon los deberes y obligaciones de cada parte, la cuota a pagar y las prestaciones a las que tengo derecho.
 
Si la atención que me dan por mi servicio de internet es deficiente, existen mecanismos internos y externos para que se atienda mi queja y resuelvan. Eso es un marco normativo, es Ley
La Ley es objetiva, porque mis derechos siempre van a chocar con los del que está enfrente de mí, para ello los derechos se reglamentan y limitan con leyes.
Si la ley es "injusta" para unos, habrá que analizarla, corregirla y mejorarla en beneficio de la mayoría, no pasar por encima de ella. Qué equivocado está usted, señor protodictador.

Y eso es lo que por desgracia, el partido-hombre-protodictador ha venido haciendo, incluso a López Obrador ya no le tiembla la lengua, y admite desvergonzadamente que sí está interviniendo en el proceso electoral para favorecer a los lacayos de su partido, a sus incondicionales, no importa si están involucrados en delitos sexuales, corrupción, narcotráfico o nepotismo, la lealtad incondicional es lo que se busca, no los méritos.

Lopez Obrador/Morena llegó al poder con el diagnóstico correcto: la corrupción, ese maldito cáncer, es la madre de todos los males, de la desigualdad y la pobreza, de hecho a nadie debe sorprender que los populistas suelen tener la evaluación correcta de los problemas que aquejan al país donde intentan colarse.
No obstante, cualquier charlatán puede diagnosticar un cáncer si la tumoración salta a la vista y los síntomas son obvios, pero estadificar el cáncer, tratarlo, operarlo, erradicarlo, prevenirlo, eso no lo hace el vendedor de productos milagrosos, ni de lejos, tenemos que ir a los especialistas, a los oncólogos, intensivistas, cirujanos, internistas. Lo mismo aplica en la política, el populista conoce la causa del problema, pero no tiene soluciones, para eso se necesita a un grupo de aburridos hombres de escritorio conocidos como estadistas, que le sepan al entorno interno del país, pero también que sepan jugar en el contexto global.

Por desgracia, como bien señala la frase que encabeza este post, en el México "clasista", a los de abajo poco le importan los problemas de los de arriba, más cuando la retórica gubernamental tilda de enemigas a las dos castas sociales, ¿acaso a la señora del barrio le importan las finanzas nacionales? ¿le interesa al jubilado la caída del PIB?, ¿el brayan se preocupa por los indicadores bursátiles? ¿las fluctuaciones de las divisas le quitarán el sueño al vendedor de tacos?

En la izquierda populista entienden bien esta realidad, por eso no dudan en endulzar el oído del pueblo "bueno y sabio", pero que en la práctica, es ingenuo e ignorante. La derecha no, nunca ha conectado con la clase baja, y les importa un comino.

A la clase trabajadora poco le importan los males macroeconómicos, por eso el presidente-protodictador sigue siendo tan popular a pesar de que el país vaya en picada, pasarán años antes de que los efectos de las políticas populistas le peguen al pueblo de bajos ingresos

Por ello, mucha gente votará sin dudar por Morena, porque Andres Manuel, el protodictador, el líder moral que "cura" el cáncer de la corrupción y le da a los pobres, está implícito en la boleta, y así México pierde también con Morena.

Tiene que haber una desgracia que le pegue a los de abajo para que se den cuenta. Quiso la maldita fortuna que ocurriera recientemente con la línea 12 del metro capitalino. ¿Porqué la 12?, ¿porqué no alguna de las otras líneas que fueron construidas durante la era neoliberal, a las que por cierto, tampoco les dan mantenimiento? Mire usted que sería más fácil echarle la culpa a los gobiernos anteriores, pero tuvo que ser la 12, la única que construyó la izquierda...
Sobre esa catástrofe, se puede acusar a la oposición de carroñeros, de oportunistas que buscan lucrar con el dolor ajeno (con justa razón), pero de lo que no los podemos acusar es de ser faltos a la verdad: esa obra se cayó por la negligencia de los gobernantes que hoy son incondicionales del protodictador, aspiran a ser sus sucesores, y éste los premia con impunidad.

Pero sí, tuvo que ser una tragedia que le pega a los de a pie, para que mucha gente se diera cuenta que Morena está tan podrido como el PRI de donde procede.

Preveo varios escenarios para el futuro a partir del 6 de junio:

El primero, un partido-presidente que sale bien parado de los comicios, obtiene la mayoría holgada en la cámara y un buen número de gobernadores, con una oposición empobrecida, ahora como nunca antes, el envalentonado protodictador y su renovado séquito de lacayos, atropellarán más la Constitución, la modificarán a su antojo para perpetuarse en el poder, tal como lo hicieran Chávez, Castro, Putin, Bukele, Bolsonaro o Evo. Las instituciones que hoy luchan contra el gobierno tratando de ser los contrapesos que se supone son, van a ser erosionados, desaparecidos, y sus funciones van a quedar en manos de dirigentes incondicionales o en el propio dictador, ya habrá que llamarlo así en vez de presidente.
De hecho ya hay rumores, supuestos chismes de pasillo en Palacio Nacional, de que AMLO estaría planeando extender por 3 años su mandato y para ello es vital tener la mayoría legislativa y al pueblo sumiso. Negro es el panorama, Corea del Norte y Venezuela empiezan a verse como realidades muy cercanas.

El segundo escenario, improbable, que la oposición gane la mayoría y bastantes gubernaturas. Por triste que parezca, este es el escenario más inocuo para México en el corto plazo, pero a la larga nos espera el retroceso a los viejos tiempos, poco durará la cordialidad entre los partidos de la coalición, tan diferentes entre sí, la corrupción se agudizará (nunca se acabó, como dice el protodictador), las desigualdades se van a profundizar. 

El tercer escenario, y más probable, es el de elecciones cerradas, los efectos del accidente de la L-12 y el intervencionismo del protodictador están haciendo mella en los pronósticos que otrora le eran favorables, por eso ya López Obrador está tratando de anticiparse a esos resultados, introduciendo la idea de "fraude" entre sus seguidores, desacreditando a candidatos punteros, arrojándoles el brazo de la "justicia", y atacando a las instituciones autónomas por las que él mismo, cuando era oposición, luchó por crear, incluso por las que mucha gente murió para que fueran una realidad. Ya se avizoran las impugnaciones de los resultados que no le favorezcan a MorenAMLO.

Será en esencia un escenario similar al de Estados Unidos, cuando el marrano naranja acusó de fraude solo porque no ganó (que similares resultaron ser Trump y López!), y sus seguidores mas férreos e ignorantes asaltaron las sedes del poder político. Quería Trump hacer una suerte de autogolpe de estado. Pues bien, eso es lo que veo venir, a un López Obrador en el papel de mal perdedor, lanzando a sus huestes contra el INE, contra los Tribunales Electorales, incitando a la violencia. Ya lo hizo en 2006 y no tenía el poder que tiene hoy, imagine a esas huestes de agitadores que ahora se verán legitimados desde Palacio Nacional.
Imagine usted el asalto al Capitolio, pero multiplicado cientos de veces en cada sede, en cada estado, en redes sociales, en miles de calles...

Sea como sea, México pierde.                     

No hay comentarios:

Publicar un comentario