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sábado, 4 de julio de 2020

Imagina, por un segundo...

Tú que estas leyendo esto, imagina, por un segundo, que tu padre, tu madre, tu hermano (a), tu abuelo (a), es ese clásico paciente mexicano, diabético e hipertenso, que raramente se ha cuidado, no sigue los tratamientos, descontrolado, su hemoglobina glucosilada hasta las nubes, ya con daño vascular.

Ya tiene neuropatía periferica, las úlceras en sus pies son un martirio, y como no camina, ahora también tiene úlceras por presión en los gluteos y area del sacro, pues se la pasa postrado, se está hinchando cada vez más de sus pies, de hecho empieza a exudar liquido por su piel engrosada, y esto porque sus riñones han sucumbido ya al daño microvascular, y los liquidos se le acumulan. Es presa fácil de las infecciones oportunistas porque su sistema inmune ya no da para más.

Ya no tolera hacer ninguna actividad física, su corazón está crecido y paradójicamente, resulta insuficiente, así que los liquidos y tóxicos se siguen acumulando en su sangre, los lípidos y el colesterol están al tope y sus arterias coronarias cada vez más obstruidas, de hecho, ya ni siquiera aguanta dormir acostado, sus pulmones se inundan con los fluidos que su corazon y riñones no son capaces de manejar, si se acuesta se ahoga. 

El tormento de tener que dormir con seis almohadas, o mejor dormir sentado.

Y ése es un miembro de tu familia.

¿que harías ante éste sombrío panorama? ¿Llevarías a tu familiar al médico? Lo llevas al internista, le inician un plan acorde a sus necesidades, cambio de medicamentos, uso de insulina, revisiones periódicas de sus cifras de presión, glucosa y lípidos, de una vez páselo Nutriología, que le hagan un plan alimentario personalizado acorde a sus necesidades energéticas, se ponen metas, tantos kilos en dos meses, metas de glucosa, presion y colesterol. No está demás el paso por Psicología, que si tu familiar está así de descuidado, seguramente la depresión le está tambien cobrando factura, a él y a los que lo cuidan, una intervencion puede ser necesaria.

Pero sorpresa, todo eso cuesta, y es seguro que no se recupere al 100%. Mucho del daño es irreversible ya, y ni toda la ciencia del mundo puede contra dos o tres décadas de descuido.

Y entonces, te topas con esta clase de payasos en la calle:

El médico astrólogo vidente, autodidacta, egresado de la Universidad de San Juanico, sin cédula, con su bioanalizador cuántico, te endulza el oído, te dice lo que quieres escuchar.

Él curará la diabetes de tu padre (o madre, o abuelo, o hermana, lo que sea), desde la primera cita. 
Remedios caseros, hierbas, aparatos que si los abres no encontrarás más que aire en ellos, terapias new-wave y pseudociencia, preferentemente aquella que viene del siglo XIX.

Y él prometió que tu familiar se curará definitivamente de todos sus males, desde el primerísimo primer día.

¿irías con este charlatán?

Pues ya, fuiste, pagaste una cantidad igual o mayor de escandalosa que la que le pagaste a los profesionistas, y sigues al pie de la letra todas las indicaciones ridículas que te da el chaman... aceite de sudor de caballo, 3 huevos licuados en ayunas, 6 sesiones de bioescaner cuántico molecular, moringa hasta el cansancio... y entonces, toda tu fe se derrumba, cuando tu familiar no mejora.
Sucumbe pese a las indicaciones carentes de fundamento que te dijo el charlatán. De hecho, está empeorando.

¿Defenderías a este charlatán que falló estrepitosamente?

No se tú, yo ni siquiera llevaría a alguien de mi familia con semejante criminal del dolor ajeno.

Bueno esto sólo fue un caso hipotético, ahora, tú que lees esto, imagina por un momento, cambia ahora a "tu familiar" por México, sustituye todos sus padecimientos por inseguridad, economía, corrupción, la pandemia, crisis humanitaria, desigualdad social, pobreza, incidentes diplomáticos, inversión extranjera, neoliberalismo.

Sí, México lleva décadas padeciendo todos estos males, interconectados unos con otros, porque cuando uno de ellos falla, los otros le siguen en cascada, y así, somos el resultado de nuestra propia tragedia: nuestra falta de autocuidado, nuestra ignorancia hace que esos males se hayan arraigado y se aferran a nuestra cultura como el cáncer cuando invade los tejidos vecinos.

Y no, no es el resultado de 70 años de priísmo, es el resultado de siglos de idiosincrasia mexicana, los villanos de nuestra historia: sean gachupines, los gringos, los conservadores, Don Porfirio, Plutarco, el PRI, Calderón,  todos ellos, cual infección oportunista, han aprovechado estas debilidades.

Entonces recurres a los profesionales, los estadistas, los expertos en economía, los versados en ciencias, en seguridad, en salud, educación, y todos ellos te ofrecen respuestas similares: México tiene mucho daño irreversible, pero se pueden recuperar bastantes cosas, pero se debe empezar por un plan, por poner metas a corto, mediano y largo plazo, y mantenerlas.

En vez de metas de control metabólico, son metas de crecimiento económico, metas de indicadores de bienestar, metas en educación, en salud, en competitividad, en inversion extranjera y proyección de la inversión nacional. Metas de disminución de la pobreza, de la corrupción, del crimen y de la impunidad.

Y ah sorpresa, todos los expertos coinciden, el camino para llegar del tercer al primer mundo no es fácil. Es largo y complejo. No se puede deshacer en meses lo que no se ha hecho en décadas.

Es aquí donde entra a tela de juicio el meme que inspira este texto. ¿Porqué le exigimos metas aparentemente incumplibles a Andres Manuel?

¿Porqué quienes somos opositores le recriminamos que no ha resuelto en poco tiempo un siglo de crimen e injusticia? Bueno, porque él mismo así lo prometió.

Lo prometió como cada seis meses el América promete el campeonato, y se llena de contrataciones bomba, si hoy Tecolotes de Puebla llega a semifinales es un gran logro, pero si el "Ame" se queda en la misma instancia, entonces es fracaso. Elevar las expectativas a niveles insostenibles es fracaso.

Y Andrés Manuel es como ese charlatán que te baja la luna y las estrellas, fue él quien prometió que todo seria diferente desde el primer día de su gobierno. Ese primero de diciembre se acabaría la corrupción, aun y cuando los embajadores roban en el extranjero. Se acabaría el nepotismo pero Jimenez Espriu es el candidato para dirigir a una renacida Mexicana de Aviación. Se acabó la clase gobernante con sus escandalosas residencias, pero está John Ackerman.

Se nos prometió un incremento del PIB de 4%, y hoy se desprecia al indicador, porque "no mide el bienestar", a sabidas cuentas que el PIB mide solamente crecimiento económico, para el bienestar hay que medir otro montón de parámetros en seguridad, calidad de vida, empleo, escolaridad, salud, acceso a las tecnologías.

Decir que el PIB no sirve porque no mide el bienestar es tan falaz como decir que el aceite de tu carro no sirve porque el motor no arranca.

Se prometió que el 787 y la flota "imperial" mexicana iba a ser vendida, a fecha de hoy ningún comprador se ha hecho público y todos los aviones siguen guardados en Santa Lucía o en el AICM, excepto el infame TP-01 que se alza al cielo periódicamente en Victorville, para poder mantenerse operativo, la aeronave se rifa, pero sin premio, y el pueblo pagará doblemente por el aparato.
Y hablando de aviación, será muy cómodo para todos nosotros aterrizar en Santa Lucía con retrasos por los vientos y el clima, todo para tomar el pesero a Indios Verdes o Martín Carrera, o alguno de esos bellísimos y desolados paraderos, y de ahi tomas el siempre vacío y confiable metro, para transbordar a la Línea 1 y bajarte en el AICM gastando así al menos una hora en tu conexión a otro vuelo, si es que no lo perdiste.

Se nos dijo que a partir del primer día se trabajaría en el caso Ayotzinapa, y si bien es cierto que se creó una comisión especial, parece que sufre de lo mismo que AMLO acusa: sólo consume dinero. 18 meses han pasado, y no hemos escuchado de nuevos peritajes, nuevos avances en el caso, ni se han presentado siquiera nuevas líneas de investigación distintas a la falsa "verdad histórica" que nos quiso vender la PGR a precio de ganga.

Se nos prometió que se trabajaría en energías renovables, hoy CFE y PEMEX luchan jadeantes por mantenerse a flote en términos de dineros y producción. El carbón parece ser lo de hoy, además del diesel que propulasará al tren Maya. A nadie le gustan esas feas torres de energia eólica que arruinan el paisaje, ni esos molestos paneles solares, que contaminan la vista en uno de los países más soleados del mundo.

En temas de seguridad, ni vale la pena hablar (o escribir, en este caso). Mucho se ha dicho ya.

AMLO es como ese charlatán que no cumple lo que promete, porque prometió demasiado. Y por eso le exigimos. Porque AMLO lleva 19 años diciendo que tiene el remedio mágico.
Y aún así hay gente que lo defiende ciegamente. Si de dejaron endulzar el oído son parte del problema.

Los imagino defendiendo al pseudomédico que no pudo curar a su madre diabética.

Por cierto y para cerrar, tenemos esta joyita, cuando ignorancia y gobierno se juntan. El pueblo creído sufre y el dinero público se gasta en pseudociencia.

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