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viernes, 13 de abril de 2018

OTRO PENSAMIENTO INUTIL, A PROPOSITO DEL CASO DE OAXACA

Otro caso más de presunta mala praxis azota al querido gremio médico, y por ahí entre tantos grupitos que se han hecho, se me ocurrió postear otro de mis lapsus de inspiración, que son los menos, total, aquí va:

Saludos. He estado reflexionando muchas cosas a propósito de este grupo, lo del Dr. Luis y mi propia experiencia. Aquí les comparto lo que a veces llamo mis "pensamientos inútiles":

Nunca tuve vocación de ayudar a mis semejantes, y seguramente nunca la tendré, mi respeto a quienes sí la tienen por todo lo que representa. Desde que yo recuerdo siempre quise estudiar Medicina, pero no por vocación, sino por conocimiento. Lo dejé muy claro cuando fui a mi entrevista a la Facultad, no obstante, me aceptaron.

Estas razones y las carambolas de la vida me llevaron a ser Médico Forense, una rama de la Medicina donde encontré mi pasión y es mi raison d'etre en cierto modo.
No obstante siempre recordaré con cariño mi paso por las áreas clínicas, especialmente el Internado, que me significó muchas satisfacciones académicas y personales, pero entre todo hubo algo que me pareció deprimente, y lo diré más adelante.

Esta profesión me llevó a lugares insospechados, me llevó eventualmente en convertirme en Catedrático en Criminología, Derecho, y desde luego Medicina en mi Alma Mater, dando la asignatura de Medicina Legal, que en su temario incluye las malas prácticas o mal llamadas negligencias médicas.
Llegado el tema siempre les he dicho a mis estudiantes: "ahora que se vayan a hacer historias clínicas, pregúntenle a sus pacientes si ellos saben cuál es su diagnóstico, si entienden el proceso de su enfermedad, si saben porqué tienen tal o cuál padecimiento, y sobre todo, si saben qué es lo que se les está haciendo durante su estancia, qué medicamentos se le están administrando, cuál es el plan de tratamiento, y si tienen alguna idea de qué es lo que se espera obtener de ese tratamiento" (sin garantizar resultados, claro está).

La respuesta no debe de asombrarnos: prácticamente pocos pacientes pueden explicar con detalle y a su nivel de conocimiento estas interrogantes, el enfermo no sabe qué problema tiene, ni tiene idea de qué se le hace en el hospital.

Éste fue el punto deprimente de mi año como MIP, esos pases de visita llenos de tecnicismos vistosos pero poca información al paciente. Pienso yo, que ahí está la raíz de cualquier denuncia o demanda (que no son la misma cosa) por mala praxis, no hay relación médico-paciente, y si el paciente no entiende su padecimiento, su evolución y los tratamientos, entonces ahí nos veremos en los tristes casos de estar frente a los tribunales.

Igual de decepcionante para mí es ver que el "Consentimiento Informado" ha terminado por convertirse en un "firme la hojita" por parte del venerable personal de Enfermería. ¿Y así queremos que no nos denuncien? Debemos saber que esta clase de "consentimiento" puede ser punible puesto que no es un consentimiento válidamente informado.

Creo que más allá de cualquier Medicina Defensiva que pretendamos hacer, también es tiempo de que hagamos un ejercicio de autocrítica, hemos fallado en comunicarles a los pacientes lo que ellos más necesitan en su momento de desesperación, "un qué", un "porqué" y un "qué hay que hacer" en su caso. Si ellos nos entienden, y los hacemos cómplices en su propio tratamiento, nuestros problemas legales se reducirían mucho.

Por cuanto hace a los comentarios de odio que veo aquí y que saturan mi muro, veo que como profesionistas nos hemos ensimismado, y nos creemos intocables cuando no es así, ni estamos exentos de responsabilidad por nuestros errores, no somos inmunes a la crítica, pero responder al odio con odio no nos hace diferentes de aquellos que nos tiran lodo.

Tengo que decir que el ejercicio de la Medicina Forense me llevó a aprender mucho de Derecho y de los Procesos Penales, me puso a trabajar codo a codo con abogados de todas virtudes y defectos imaginables, y les diré algo, ellos también son víctimas de un sistema que los explota, los hace trabajar a deshoras, y los presiona para entregar resultados que están mas allá de sus capacidades y perfiles profesionales, todo para quedar bien con sus superiores, y éstos con la sociedad y la clase gobernante, a veces por una paga más miserable que la de muchos de los que me leen en este momento.

No es mi tarea defenderlos puesto que de todo hay en cada gremio, al igual que en el nuestro, y hay muchos vicios y corruptelas en el Sistema Judicial.

Sin embargo también debo decir que ellos tienen miedo de llevar un asunto como el del Dr. Luis, pues de perder el juicio, muy probablemente el abogado que hace de Ministerio Público será exhibido en su medio laboral y será despedido sin explicación alguna. Así que por desgracia, si han podido construir todo un caso contra el Dr. Luis, es porque debe haber alguna evidencia de peso en todo esto, mas allá de cualquier tinte político, evidencia desde luego, que puede ser objetada o desacreditada debidamente.

Solo quería expresar mi inútil pensamiento, ojalá que la justicia sea imparcial, y que el los médicos involucrados tengan acceso a un juicio libre de sesgos y adecuado. Claro que espero que se resuelva en favor de nuestros colegas, pero evidentemente, ello está mas allá de mis alcances.

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