Para comenzar, esta imagen de la estrella Antares, o Alfa Scorpii, por estar situada en la constelacion de Escorpion, es una de las estrellas más brillantes del firmamento. Se trata de una estrella supergigante roja, cuya masa es cerca de unas 20 veces la masa del Sol, y tan grande que si estuviera en lugar de nuestro astro rey, se extendería más allá de la órbita de Marte. Junto a Antares es claramente visible el cúmulo globular M4, una densa agrupación de estrellas (74 al momento), algunas de ellas de las más antiguas de la Vía Láctea.
Este que vemos aquí es el Cometa Holmes, uno de los cometas periódicos con un periodo (precisamente) muy corto, puesto que da la vuelta al Sol cada 7 años, esta imagen es de 2009, y por lo tanto, se le espera otra vez en 2016.
La Nebulosa NGC2177, o Nebulosa de la Gaviota (por más que me esfuerzo, no le hallo parecido con Angélica Rivera)
Hyperion, una de las lunas de Saturno, con su extraña apariencia similar a una esponja, tiene una orbita caotica, y se estima que en realidad es remanente de alguna colision con otro cuerpo celeste. La sonda espacial Cassini tomó esta imagen.
En esta imagen podemos ver a la llamada Nebulosa Norteamerica, con la caracteristica forma del continente, con su propio Golfo de Mèxico y todo eso... a un lado está la Nebulosa del Pelícano.
Pues bien, siguiendo con la nebulosa del Pelícano, en lo que viene a ser la parte posterior de su cabeza se encuentra este Objeto de Herbig-Haro, un enorme chorro de plasma y polvo espacial disparado por alguna estrella a velocidades impresionantes. La fuerza es tal que se forma una onda de choque en la parte delantera del chorro, como si de una punta de flecha se tratara. Uno de los co-descubridores de estos fenómenos celestiales fue el mexicano Guillermo Haro.
Una gran vista de la nebulosa NGC6357, llamada Nebulosa de la Pata de Gato, o según algunos astrónomos, la Nebulosa de la Guerra y la Paz, puesto que de un lado asemeja una calavera, mientras que del otro dicen que una paloma. Yo no le hallo forma ni de una ni de otra cosa.
El cometa PANSTARRS, que el año pasado se acercó al sol para no volver sino hasta dentro de otros 100,000 años, junto al cometa se ve a nuestra vecina galáctica más cercana: Andrómeda, que está a unos 2 millones de años luz de nuestra Vía Láctea. A tiro de piedra.
El amanecer desde el espacio, y ahí coqueteando con el horizonte terrestre, está el transbordador espacial Endeavour, preparándose para reingresar a la atmósfera. Una imagen que nunca más se va a repetir puesto que los transbordadores espaciales hoy son piezas de museo.
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